La nobleza cacereña aparece muchas veces nombrada en el Fuero Latino de Cáceres con los nombres de Milites, Infanzones, Nobiles, Potestates, Caballeros, etc. Fernán Mexía nos señala que la villa de Cáceres era desde fines de la Edad Media uno de los cuatro principales solares de nobleza de España.

Dicha nobleza destacaba del resto de la población libre por su situación de privilegio y por su poder económico, político y social.

Los cinco aspectos fundamentales para el conocimiento de la nobleza cacereña son los siguientes: en primer lugar, uno de los privilegios más importantes era el de no pagar tributos ni impuestos, recogido en el Fuero de Cáceres.

Otra característica era su unión como grupo, puesta de manifiesto cuando formaron la Hermandad de los Caballeros, Fijosdalgos y Hombres Buenos de las ciudades, villas y lugares, en número de 100, en el año 1315, para protegerse de los abusos de los tutores del rey Alfonso IX y velar por sus derechos.

En el Fuero de Cáceres se dicta como aspecto fundamental de la nobleza el de que tenían caballo y armas siempre dispuestos para la guerra, unas veces peleaban junto al Rey, pero en periodos donde no había guerra, se debatían en luchas feroces entre los ditintos clanes nobiliarios.

La nobleza irrumpió en los concejos, llegando a tener el monopolio legal de los cargos municipales de mayor importancia.

Y por último, el cobro de los pechos y servicios reales, los cargos concejiles, el mando de las milicias, la tenencia de los palacios y castillos, etc. animaba a los nobles a utilizar la corrupción o la violencia para reducir a los vecinos a su condición de vasallos.

Todo ello se recoge en una serie de 13 documentos existentes en el Archivo Municipal de Cáceres de los siglos XIII, XIV y XV que analizaremos en sucesivos artículos.