Al finalizar la obra de la plaza de Galarza, el ayuntamiento decidió convertirla en zona residencial. Los peatones tienen preferencia, los niños pueden jugar en la calzada y los coches no deben superar los 20 km/h. El ayuntamiento instaló la señal que así lo indica en la calle Parras, pero muchos conductores pasan sin percatarse, acostumbrados a circular con absoluta prioridad. Los sustos son continuos. Menos mal que muchos viandantes también desconocen el cambio y miran antes de cruzar.

Visto lo visto, y aunque la normativa no obligue a ello, el ayuntamiento ha decidido volver a pintar dos pasos de peatones en un resalto de la calle Parras y en otro resalto junto a Alzapiernas para evitar riesgos. Lo hizo en la madrugada de ayer viernes. «Ha sido la decisión más oportuna. De hecho, no se trata de un espacio típicamente residencial, más bien turístico, comercial…, lo que despista a los conductores», afirma el presidente de las autoescuelas, que ya venía advirtiendo del peligro. No obstante, llama a la prudencia porque los viandantes pueden cruzar por cualquier punto desde la señal de Parras hasta el inicio de San José, y los conductores deben estar prevenidos.