Zamarrillas también tuvo su ´prensa rosa´. Según el libro ´La Casa de Ovando´, de J. M. Mayoralgo y Lodo, que recoge todos los personajes que ostentaron el título de señores de Zamarrillas hasta el XIX, el poblado vivió algunos fastos de la nobleza, entre ellos la boda de Doña María Juana de Ovando y Cáceres con Gabriel Francisco Arias de Saavedra y Monroy en 1749, y la de Leonor de Ovando y Vera, octava señora de Zamarrillas, con Diego de Ovando Cáceres y Aguilar, en 1780. Al no tener descendencia se cortó la línea primogénita del mítico capitán Diego de Cáceres Ovando, paladín de los Reyes Católicos, y el señorío pasó al apellido Mayoralgo.