Desde hace unos meses, muchos propietarios cuando vienen a poner en alquiler o en venta su vivienda, nos piden que no colguemos el cartel en la fachada. No quieren que se sepa que la casa está vacía por temor a los ocupas». Así lo explica María José Mayoral, de Inmobiliaria Cáceres, una tendencia que se extiende por el país. Las agencias están retirando de las ventanas los rótulos de ’se vende’ y ‘se alquila’ para no ponérselo tan fácil a quienes vigilan cualquier señal de que una casa está deshabitada, con el fin de colarse como inquilino sin pagar un solo euro.

Los cambios legislativos y la dificultad para sacar a los ocupas de los pisos han provocado este cambio en las actividades inmobiliarias. «Lo que sí seguimos haciendo es anunciar las viviendas por internet aunque no damos la dirección exacta, no se hacen públicos los datos concretos, solo indicamos la zona. Nosotros evidentemente sí conocemos la ubicación y acompañamos a los interesados en las visitas», detalla Jacinta Sánchez, de Inmobiliaria Cáceres. De hecho, cada vez se intentan ofrecer menos fotografías generales de la fachada y de aquello que permita identificar en concreto el piso de que se trata.

Aunque existen casos, es cierto que las ocupaciones no se producen en Cáceres con la frecuencia de otras ciudades de mayor tamaño. Pero la modificación el pasado enero del Real Decreto-Ley Antidesahucios, que requiere que la usurpación del inmueble se haya hecho con «violencia e intimidación» para poder desalojarlo durante el estado de alarma (hasta mayo), ha provocado el recelo de los propietarios, sumado a las distintas formas de actuar en cada caso por la falta de criterios uniformes en este aspecto. Y aunque la Fiscalía General del Estado se ha marcado entre sus prioridades trabajar en una instrucción más homogénea, los propietarios de momento prefieren ser discretos al publicitar sus pisos.

Un vistazo a las fachadas de la ciudad evidencia que el número de carteles ha bajado. Sigue habiéndolos, pero en un número muy inferior. En otras capitales se pide incluso al personal de las agencias inmobiliarias que visiten de forma regular esas viviendas y abran ventanas o suban las persianas para dar apariencia de que la casa tiene inquilinos.

Más impagos

Por otra parte, la situación derivada del covid ha asfixiado algunas economías domésticas, y los impagos de alquileres se están incrementando por encima de lo habitual. «Algunos inquilinos se marchan sin pagar las cuotas porque se han quedado sin trabajo. Otros permanecen en el inmueble a sabiendas, y así lo dicen ellos mismos, de que podrán mantenerse un año mientras sale el juicio de desahucio. Pero aunque haya más casos de este tipo, no es lo habitual. La gente cumple con sus obligaciones», subraya Jacinta Sánchez. El problema se agrava cuando esos impagos se extienden al agua, la luz o el gas.

Por ello, algunos titulares de pisos de alquiler han comenzado a pedir también en Cáceres una doble fianza (como en otras capitales) para blindarse un poco más ante posibles impagos que le generen una deuda.