La crisis causada por el coronavirus ha dejado en vilo a muchos negocios. El comercio ha sido sin duda uno de los sectores más afectados por las secuelas de la pandemia, y tras dos meses sin ingresos a causa de la clausura temporal, no son pocos los que han tenido que bajar la persiana de manera definitiva. De esta situación tampoco queda exenta la capital cacereña y en concreto una de sus arterias comerciales históricas, la calle Pintores, que desde años lleva aquejada de un deterioro progresivo de negocios y clientes que se ha visto acentuado en las últimas semanas. La marcha de Springfield en estos días y el anuncio de cierre de Kiddy’s Class, la firma de Inditex, tras más de una década en la vía, y de otros dos negocios locales, deja en la calle una estampa sin precedentes en cuanto a locales vacíos.

Por su parte, Springfield, según confirman fuentes de su matriz Tendam, seguirá presente en la ciudad y mantendrá su tienda abierta en el centro comercial Ruta de la Plata, pero en el caso de los otros dos negocios, ambos de empresarios locales, no será así. Uno de ellos es la franquicia Spagnolo, que lleva en la calle desde 2017. En su escaparate ya se anuncian rebajas por liquidación, y según apunta a este diario Óscar García, uno de sus propietarios, la intención es cerrar a finales del mes próximo. En cuanto a los motivos que les han abocado al cierre se encuentra la falta de actividad de los últimos dos meses. «Abril y mayo son los dos meses fuertes y los hemos perdido», lamenta. En esa línea, sostiene que el grueso de la clientela se sustenta en el turismo y en estos momentos, tras las restricciones de movilidad y el recelo a viajar, «hay mucha incertidumbre».

Precisamente sobre la falta de afluencia de vecinos de la ciudad se pronuncia también Rojo, uno de los negocios más veteranos que resiste con más de 30 años en Pintores. «Vienen de manera puntual, cuando baja la Virgen o en Semana Santa, pero habitualmente los que entran son visitantes». Sobre el cierre de comercios, su responsable Teresa Durán insiste en que «en el tiempo que llevamos aquí, no hemos visto esto tan vacío con lo que ha sido esta calle» y lamenta el deterioro que se ha producido en los últimos años. «Si la crisis de 2008 hizo mella en la calle, la de ahora ha sido la puntilla».

Alquileres muy elevados

«Es una zona que no se ha recuperado de la crisis anterior y ese colchón económico con el que han podido ir sobrellevando la situación, este año no ha dado tiempo a recuperarlo», añade sobre este asunto la Asociación del Comercio de Cáceres (Aeca). Su gerente, Lucía Prado, en declaraciones a este diario, hace hincapié en los problemas que padece la calle, entre ellos el abandono de la estética y las fachadas y los inasumibles precios de los locales para los empresarios que quieran abrir, una situación que se extiende a toda la ciudad pero que se agudiza en la almendra histórica.

Así, la calle se debate en una situación crítica de actividad mientras los comerciantes piden que se actúe de manera urgente. Cabe recordar que el anterior equipo de gobierno ya contempló acciones en la vía en el Plan Estratégico del Comercio, pero no llegaron a materializarse. Entre las medidas que recogía el documento se encontraban actuaciones enfocadas a adecentar los locales de grafitis y pintadas y por otro lado, interceder con los propietarios de locales vacíos para darles un uso.

En esa misma línea perfila también sus acciones el actual equipo de gobierno, liderado por Luis Salaya.

En ese sentido, la concejala de Comercio, María Ángeles Acosta, lamenta la situación actual que padece la calle y sostiene que el problema «viene determinado por el abuso de los precios del alquileres donde hay locales en manos de unos pocos propietarios que no son nada realistas con el precio medio del metro cuadrado y eso está generando que muchas empresas consideren los precios de la ciudad altos y decidan no venir a instalarse en la ciudad». En esa línea, y tras calificar el anterior Plan Estratégico de Comercio de «poco eficaz», aseguró que desde la Concejalía de Comercio se «están intentando buscar soluciones» aunque incidió en que no es una solución «fácil» ya que «se trata de un mercado privado».