Una vez metidos en julio, con el verano sobre nuestras cabezas, hay que tener en cuenta que este mes y el que viene, son los meses por excelencia que más se torea, aunque bien es verdad que unos, los figuras, nacional y mundialmente conocidos, torean cobrando y los menos figuras o modestos, llámenlo como quieran, lamentablemente, torean pagando.Principalmente en julio y la primera quincena de agosto es cuando se celebran la mayoría de ferias de pueblos y ciudades, y allí salen a concurso las licitaciones de las plazas donde, por desgracia, siempre --desconozco el porqué-- suele ganar el empresario más sangrante de cara a los chavales que empiezan, que llevan únicamente enredado en el capote sus ansias de triunfo y de convertirse en personajes destacados del mundo de los ruedos.Hoy por hoy, en la mayoría de los pueblos se celebran festejos taurinos, bien sean novilladas picadas, sin picar, de rejones, vaquillas o corridas de toros, la mayoría de las cuales están subvencionadas por los ayuntamientos con una importante cantidad de dinero. Estos eventos forman parte atrayente de los programas de fiestas, constituyendo un importante reclamo para el turismo que visita nuestro país por estas fechas y una exigencia por parte de los habitantes de las localidades, pues de todos es sabido la importancia de la afición en nuestro país. Pero parece, según afirma el selecto grupo del empresariado taurino, que con eso ni siquiera cubren gastos, ¡hay que ver qué morro gastan los señores! LA SUERTE DEL PRINCIPIANTEPara que lo entiendan: ayuntamiento de San Petersburgo, empresa 'Estafas 2003'. Presupuesto para una novillada sin picar, una corrida de toros y la vaquilla del aguardiente, dos millones y medio de las antiguas pesetas para la organización; taquilla y carnes de las reses para la empresa que se encarga de preparar el acontecimiento. ¿Qué es lo primero que hace la empresa? Reducir gastos. ¿Cómo? Pues bien, para el primer día, que es una novillada sin picar y los chavales pagan por torear. utilizan el siguiente método: contratan a tres novilleros y que se paguen todo, ellos se lavan las manos y no sueltan un duro. Precio mínimo que pagan los chavales, doscientas mil pesetas por tres seiscientas; prácticamente la novillada a la empresa; entre la subvención que le ha dado el ayuntamiento y el dinero que le han pagado los muchachos no le ha costado nada, sino todo lo contrario, ha ganado dinero.Y con la corrida de toros ocurre igual. Dos toreros modestos que no suenan y que pagan por torear, y uno que suene algo aunque haya que pagarle algo, "pero poco claro ".Y así está esto, pero evidentemente, si este artículo lo lee un empresario como por ejemplo, José Félix González Salas, entre otros, lo primero que dirá o dirán es "¿y qué pasa con la seguridad social, que cuesta un montón? ". Pero para todo hay una respuesta, "¡claro! ¿y qué ocurre con el dinero que los toreros han pagado antes?, ¿qué ocurre cuando en plazas portátiles o de obra, se celebran festejos taurinos sin dar de alta en la mencionada seguridad social a los toreros? ". Y lo curioso es que nadie lo denuncia. En esto todo el mundo hace mutis por el foro.Lo único, lector, que hay que hacer para la defensa de este espectáculo, tan tradicional y característico del pueblo español, es protegerlo y hacerlo con honestidad, sin que el beneficio sea tan sólo para unos pocos, cumplir las cosas tal y como las manda el reglamento taurino, que para algo está. Promocionar y ensalzar la Fiesta Nacional no es lo que han leído, sino todo lo contrario. ¿Ustedes creen que defender y fomentar el mundo de los toros es hacer venir a un torero de Valencia a Navalmoral, por ejemplo, y que no reciba un sólo euro de un empresario? Si esto es así, apaguen y vámonos al "fútbol ".Es realmente triste que haya que pagar un precio en metálico por jugarse la vida delante de tan imponentes animales para conseguir un poco de gloria y la ovación del público. Que mientras, los empresarios, detrás de la barrera, noten como el dinero engrosa sus bolsillos.