Cuando uno está parado, es decir, que de la noche a la mañana pasa a engordar las listas del Instituto Nacional de Empleo, se encuentra con un mundo para la mayoría desconocido. Se da cuenta de que debe madrugar -a las 9 de la mañana ya no se atiende porque se han dado todos los números para atender en esa jornada -si quiere llegar a tiempo y cumplir los plazos de entrega del abundante papeleo.Debe acudir a los distintos organismos e instituciones y cumplimentar todos los requisitos y además de enfrentarse a la competencia laboral, a las escasas ofertas, a componérselas para pagar la hipoteca en el tiempo en el que el Inem le concede la prestación (unos tres meses) y a dedicarse en cuerpo y alma a la tarea de volver a encontrar empleo, si se quiere inscribir en las oficinas de Navalmoral debe añadir el ir armado de paciencia. Calma ante la multitud de personas que, como usted, deben cumplir con las obligaciones burocráticas, serenidad ante las situaciones que se puede vivir cualquier día en la oficina del Inem.