La Policía Judicial de la Guardia Civil de Navalmoral ha detenido a un joven de 20 años natural de esta localidad por robar tubos de aluminio de una explotación agrícola de Tiétar. Este joven no era la primera vez que se veía involucrado en un hecho semejante, puesto que hace unos meses, el autor del hurto fue sorprendido en otras cuatro ocasiones por los agentes cuando se disponía a salir de fincas de la comarca para vender la mercancía robada en otras ciudades españolas.En esta ocasión el ladrón fue detenido por la Guardia Civil en un dispositivo que, junto con la policía local morala había establecido para la detención de los tres ocupantes de una furgoneta, matrícula de Valencia, en la que transportaban los tubos robados para venderlos.El detenido, ante la evidencia de los hechos, reconoció su vinculación y exculpó a sus dos acompañantes que están siendo buscados por la guardia civil del puesto de Navalmoral.FALSIFICACIóNDías antes a la detención definitiva de este vecino de Navalmoral, el detenido protagonizó otro hecho relacionado con la falsificación; intentó cobrar un cheque con un importe de 2.800 euros en la sucursal del Banco Santander Central Hispano. El cobrador levantó las sospechas del cajero quien decidió retener el pago hasta realizar comprobaciones, lo que hizo ponerse nervioso al cobrador, que se marchó sin llevar a cabo su estafa, según explican fuentes de la guardia civil. Avisados los titulares se comprobó que el cheque había sido obtenido de forma ilegal.Por otro lado, la Guardia Civil ha detenido a 7 integrantes de una red de falsificación de tarjetas que operaba en las provincias de Cáceres, Madrid y Toledo.La red había sido desarticulada el pasado mes de enero en la llamada operación "Ala Ancha|" con la detención de nueve personas -cinco de ellos empresarios- El Ministerio del Interior informó ayer que los siete componentes eran, presuntamente, los encargados de conseguir los datos bancarios de las víctimas y de blanquear el dinero. Cinco de ellos -un rumano, dos colombianas y dos españoles- residían en Talavera. Los dos restantes, también españoles, son de Madrid y Arganda del Rey (Madrid)La Guardia Civil estima que en total, la red ha defraudado más de dos millones de euros.