La vivienda constituye una de las principales preocupaciones de la sociedad actual. En Navalmoral, como en el resto de la geografía española, conseguir un piso a un bajo coste es una de las peticiones más demandadas. Si la semana pasada una manifestación de vecinos exigía la entrega de las viviendas sociales de la calle la Ermita a las familias a las que fueron adjudicadas por parte de la Junta, 9 de ellas de origen marroquí, ahora son otros los vecinos que se manifestarán. Se están recogiendo firmas y se anuncia una movilización para el próximo martes para pedir que se realice de nuevo la baremación por considerarla injusta. Por otro lado el alcalde ha solicitado a la consejera de Fomento que en el municipio se construyan viviendas del plan 60.000. Es decir, que la Junta levante pisos de 80 metros cuadrados y plazas de garaje a un precio máximo de 60.000 euros para personas que no tengan ingresos superiores a 3,5 veces el salario mínimo interprofesional. Sin embargo, al contrario que en ayuntamientos como el de Talayuela, que ofrece suelo público a la Junta, en Navalmoral la propuesta municipal pasa porque se construyan en terreno de la administración regional.