El representante de España en Eurovisión, Daniel Diges, se considera "un actor que canta", pero se lanza de lleno al mundo de la música con la edición de su primer disco, que incluye la canción que le llevará a Oslo, Algo pequeñito, y otros temas que ha preparado "como si fueran un monólogo".

"Me gustan mucho los crooners", explica Diges, nacido en Alcalá de Henares hace 29 años, y que está dispuesto a contar y a cantar Algo pequeñito el 29 de mayo en la final de Eurovisión ante miles de espectadores.

Diges saca a la venta mañana su primer disco, que lleva su mismo nombre y está arropado por una discográfica internacional, Warner. "Es un disco fino, con nivel, elegante", asegura. Y es un paso más en una larga carrera, pese a su juventud, curtida en las tablas del teatro musical y en la televisión.

VOLVER AL TEATRO

"Eurovisión es trampolín maravilloso, pero luego seguiré con mis musicales y trabajando. Nunca me han regalado nada y no creo que me lo vayan a regalar ahora", explica quien, por otro lado, ve una gran ventaja a este nuevo estadio de su carrera: "Ahora, pese a todo, puedo estar más tiempo con mi hijo".

Para demostrar que él no es flor de un solo día, reúne nuevos temas y alguna versión en este disco de debut, producido por el multipremiado Oscar Gómez, cuyo currículum incluye artistas como Miguel Bosé, Bonnie Tyler o Joan Manuel Serrat.

Este álbum incluye cinco canciones compuestas por él, dos versiones -una traduciendo al español un tema de Billy Joel y otra de Angel, de Robbie Williams-, una canción extra para la edición en iTunes y, por supuesto, Algo pequeñito en tres versiones diferentes.

BATACAZO DE SORAYA

Esta canción, compuesta por Jesús Cañadilla y con arreglos y producción de Alejandro de Pinedo, intentará recomponer el honor de España en Eurovisión tras el batacazo de Soraya en la edición anterior -quedó penúltima- y el dato de que, en los últimos seis años, solo la parodia de Rodolfo Chikilicuatre ha conseguido salir de los últimos puestos de la clasificación.

Quizá por eso, su apuesta es arriesgada: un vals "pequeñito" que va "in crescendo" segundo a segundo. "Es algo innovador porque es clásico. Hemos ido a lo de antes. Lo único que falta es la orquesta", asegura Diges, quien ve en Albania y en el país anfitrión, Noruega, sus rivales más fuertes.