Dice Aldo Costa, el jefe de diseño de Ferari, que su equipo "está preparado para incorporar, en breve, un alerón delantero que flexe", al estilo del que exhiben los intratables Red Bull. Es una copia, obvio. Pero no será el único. "Teníamos dudas sobre su legalidad, pero si la FIA lo declara legal, todos tenemos que copiarlo", apunta Ross Brawn desde Mercedes. Puede que ese alerón permita a Ferrari acercarse a los Red Bull en los tiempos a una vuelta, los que sirven para definir la parrilla.

Esa es la tara de los coches rojos. No hay más, porque, en carrera, Alonso demostró ayer que puede ser tan rápido como Red Bull. De hecho, marcó la segunda vuelta rápida por detrás de Mark Webber. Si Ferrari consigue copiar ese alerón que llega a rozar el suelo, el panorama de la temporada puede cambiar mucho porque la tara de Red Bull se llama KERS. Ni Sebastian Vettel, ni Webber lo utilizaron ayer por riesgo de sobrecalentamiento, ya que no refrigeran sus baterías para mejorar el equilibrio del coche. "¿Puedo utilizarlo?", preguntó Vettel ayer en varias ocasiones. "No, en ningún caso", le repitieron por radio.

Tampoco le hizo falta, porque dominó la carrera, de principio a fin. "Obviamente no funcionó como esperábamos", dijo el campeón alemán, que ya siente a los rivales más cerca.