Alemania cumplió con los pronósticos y se impuso a la selección de Austria, último anfitrión con vida, sin demasiados apuros, aunque el marcador se quedó en un escaso 1-0. Después de una primera parte algo dubitativa de ambos conjuntos, Ballack marcó un auténtico golazo nada más iniciarse la segunda parte, tras el cual los germanos pasaron a controlar el encuentro bajando un peldaño en sacrificio. En los últimos minutos Austria lo intentó, con más corazón que calidad, pero no tuvo fortuna, y Alemania pudo sentenciar en un par de contras que tampoco encontraron portería. Los de Löw pasan a cuartos, donde se enfrentarán a Portugal, en lo que se espera un duelo espectacular.

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