Sufrió un considerable y a la vez inexplicable bajón a comienzos de octubre, pero dos partidos en el banquillo y un plan de trabajo individual le han recuperado. Fue el mejor ante el Lanzarote en la última jornada y su velocidad podría ser determinante. Sus llegadas al área tienen mucho peligro por la proximidad y la posibilidad del penalti, aunque en este campeonato liguero todavía no le han pitado ninguno, pese a que más de uno ha sido clarísimo, siendo ignorado.