Francia: Gerard; Porte (3), Mem (1), Dipanda (1), Sorhaindo (6), Nikola Karabatic (3) y Guigou (1) -equipo inicial- Dumoulin (ps), Remili (), Lagarde (3), Mahe (3, 2p), Abalo (1), Luka Karabatic (), Claire (), Tournat () y Caucheteux (1p)

3España: Corrales; Solé (7, 6p), Gurbindo (2), Dani Sarmiento (3), Raúl Entrerríos (6), Valero Rivera (1) y Aginagalde (2) -equipo inicial- Sterbik (ps), Balaguer (1), Alex Dujshebaev (1), Cañellas (2), Morros (0), Goñi (), Ariño (1), Gedeón Guardiola (0) y Figueras (1).

3Marcador cada cinco minutos: 2-2, 3-5, 6-7, 8-9, 8-10 y 9-15 (Descanso); 12-18, 13-20, 15-23, 19-23, 20-24 y 23-27 (Final).

3Árbitros: Nachevski y Nikolov (MKD).

FRANCIA23

ESPAÑA27

La selección española de balonmano volverá a disputar de nuevo dos años después la final del Campeonato de Europa, tras vencer este viernes por 23-27 a Francia en un partido de semifinales en el que se impuso la inteligencia al músculo. Su rival mañana será Suecia, que venció a Dinamarca en la prórroga (35-34).

Defender, defender y defender. Los internacionales españoles nunca tuvieron ninguna duda, el único verbo posible de conjugar para derrotar al gigante galo era defender en todas sus posibles variaciones.

Una tarea a la que el conjunto español se aplicó si escatimar esfuerzos desde el primer minuto, convencido como estaban los jugadores españoles, pese a la prudencia de sus declaraciones púbicas, de que esta vez sí se podía derribar el muro francés.

Liderada por Viran Morros y Gedeón Guardiola, la defensa 6-0 española no tardó en generar problemas a un ataque francés en el que, como ha ocurrido a lo largo de todo el Europeo, Nikola Karabatic pareció más cómodo en labores de asistente que en las de goleador. Las dudas francesas no las desaprovechó la selección española para cerrar el primer tiempo con seis goles de ventaja (9-15) que parecían hacer factible el sueño de la final.

Superados los diez primeros minutos de la segunda mitad no sólo conservaba la renta, sino que la amplió (13-21). Todo gracias a un sencilla fórmula, pero muy difícil de lograr: la máxima intensidad defensiva y, sobre todo, la inteligencia de dos jugadores superlativos, los centrales Dani Sarmiento y Raúl Entrerríos.