La selección española de balonmano no falló y disputará por quinta ocasión consecutiva las semifinales del Campeonato de Europa, tras sellar este lunes su pase a la lucha por las medallas del Europeo de Suecia, Austria y Noruega al imponerse por 28-37 a Bielorrusia. Un encuentro que premió la madurez de un conjunto español que no pierde nunca la fe, por muy complicadas que se pongan las cosas, en su estilo y plan de juego, sabedores de que más tarde o más temprano lo rivales acaban sucumbiendo a su propuesta.

Y eso que al conjunto español, pese a su enorme experiencia, la cercanía del objetivo, nada más y nada menos, que unas semifinales, pareció lastrar los brazos y piernas de los jugadores españoles. Si en ataque los de Jordi Ribera se empeñaron en estrellarse con el portero bielorruso Viachaslau Saldatsenka, en defensa su planteamiento inicial no sirvió.