Merci. SF» escribió Garbiñe Muguruza sobre el objetivo de la cámara de tv y lo remató con un pequeño corazón. Acababa de ganar a Maria Sharapova, por primera vez y entrar en las semifinales de Roland Garros. Fue una victoria contundente. Sin respuesta por parte de la tenista rusa. 6-2 y 6-1 en 69 minutos. Hoy la hispanovenezolana se jugará el pase a la final y, el número 1 mundial también, ante la rumana Simona Halep que tuvo que remontar su partido ante la alemana Angelique Kerber, antes de imponerse por 6-7 (2-7), 6-3 y 6-2.

No hubo el pulso anunciado entre Muguruza y Sharapova. Se prevía un duelo del dos tenistas con esquemas de juego muy similares. Saque potente, restos valientes, golpes contundentes, en el que el factor psicológico podía decantar la balanza. «Sabía que iba a ser un partido intenso y he salido mentalizada para no darle ningún punto gratis», explicó Muguruza. Y eso hizo. Estuvo más fría y aguantó mejor la tensión que Sharapova, demasiado ansiosa y nerviosa. La española aprovechó la precipitación de la tenista rusa en los primeros juegos para consolidar su victortia.

La lluvia obligó a aplazar los cuartos de final masculinos, tras dos suspensiones. Rafael Nadal se fue al hotel con un marcador igualado ante el argentino Diego Schwartzman por 4-6 y 5-3 (30-15) mientras que Marin Cilic y Juan Martín Del Potro estaban empatados 5-5 en el ‘tie break’ del primer set. Los partidos se reanudarán hoy a las 12.00 horas, si el tiempo no lo impide, antes de las semifinales femeninas.

Schwartzman salió de Roland Garros con la alegría de haber sido el tenista que rompía la racha de Nadal de 37 sets consecutivos sin perder desde que el serbio Novak Djokovic le ganó en cuartos el 3 de junio del 2015, de eso ya hace la friolera de 1.099 días. El récord de 41 sets seguirá por muchos años en manos de Bjorn Borgs.