No es un tipo normal, de esos que pasan inadvertidos. Dani García generó amores y odios en los dos años y medio que pasó en el banquillo del Plasencia Galco, del 2003 al 2006, igual que lo ha hecho en general en su carrera. Mañana reaparecerá en un escenario extremeño, el del Multiusos cacereño, dirigiendo al Grupo Juanes Ourense, que llega necesitado de victorias en la lucha por la salvación y además sin su mejor jugador, Ed Nelson.

Hay cierta comparación entre Ourense y Dani García: ambos estuvieron en ACB, pero ahora pelean por la permanencia en la tercera categoría nacional a la espera de tiempos mejores. El técnico sustituyó a Eloy Doce y, pese que el equipo no sufrió entonces un cambio radical, la victoria del pasado fin de semana ante el Cornellá le ha dado vida en la zona baja. El propio entrenador del equipo catalán, José Luis Galilea, fue destituido tras la derrota: otra muestra de lo tiesas que están las cosas en la LEB Plata.

Plasencia y Cáceres

Dani García, siempre pasional, directo y con una relación especial con sus jugadores, llevó al Plasencia de la temporada 2003-04 a estar muy cerca de lo que parecía un utópico ascenso a la ACB. Luego su magia se fue desvaneciendo. El año siguiente fue más bien gris y la situación fue a peor, porque en marzo del 2006 fue sustituido por Iván Déniz para evitar un descenso a la Liga LEB-2 que se acabaría consumando. Luego relanzó su carrera en el Ourense, del que sin embargo salió el verano pasado. Ahora ha regresado con la etiqueta de salvador.

De Dani García se llegó a hablar para ocupar el banquillo del Cáceres 2016, tanto al inicio del proyecto como cuando Fede Pozuelo fue cesado. "Por aquí tenemos el morro más fino. Nunca le ficharíamos", dicen dentro del club cacereño. Seguramente en el recuerdo está su fortísima discusión con Ñete Bohigas en pleno Cáceres-Plasencia de la temporada 2003-04. El entrenador cántabro llegó a encararse con el entonces presidente de la Federación Española, Ernesto Segura de Luna, que estaba en el palco, a cuentas de la actuación arbitral.