Antes de la eclosión de la pandemia del covid-19, allá por febrero y primeros de marzo, el Gobierno no tenía sencillo aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Ciudadanos no había mudado de piel y ERC se veía amenazada por unas elecciones que parecían inminentes anunciadas por Quim Torra. Pero ya nada es como entonces. La coyuntura es mucho más dura de lo previsto pero, paradójicamente, el Ejecutivo tiene más a su alcance las cuentas de 2021, cimentadas, en su primer trámite, el más difícil, por una amplia mayoría en la que cabe, por descontado, el PNV, pero muy probablemente también naranjas y republicanos.

Una aproximación bastante fiel del devenir de los Presupuestos se conocerá este viernes a las 14.00, cuando venza el plazo para la presentación de las enmiendas de totalidad, que se debatirán en el pleno del Congreso los próximos 11 y 12 de noviembre. Pero ya este jueves, en la primera ronda negociadora de Hacienda con los grupos, ya se pudo visualizar que el Ejecutivo podrá sacar adelante sus cuentas con una mayoría que incluso podría acercarse a aquella con la que sacó la prórroga del estado de alarma por seis meses (194 votos a favor).

Ciudadanos no registrará enmienda porque está negociando ya cambios en el proyecto de ley. ERC no anunciará su voto hasta última hora, aunque "todo apunta", según indicaron fuentes de la dirección a este diario, a que tampoco la presentará. Pero el portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, mantuvo conversaciones con la cúpula de su partido durante la tarde del jueves antes del anuncio definitivo. El Gobierno no trasladaba por ahora ninguna preocupación y está seguro de que sacará sus Presupuestos, los primeros que podrían entrar en vigor tras los que impulsó Cristóbal Montoro en 2018. Bien vía ERC, bien vía Cs o incluso con los dos, si lograra cuadrar un círculo, pero ese globo lo pinchan ambos partidos, que se consideran mutuamente incompatibles.

Las enmiendas de totalidad ya seguras son las que defenderán PP, Vox, JxCat, Coalición Canaria y Foro Asturias. 146 votos en total por el momento. Muy lejos de suponer un problema para el Gobierno. Porque este debate tiene la particularidad de ahí que sea el trámite más delicado de que todas las enmiendas de devolución se votan juntas, y eso fue, de hecho, lo que ocurrió en 2019: la suma de las derechas de PP y Cs (Vox no estaba en la Cámara) y de los independentistas hicieron fracasar los PGE y llevaron al anticipo electoral del 28-A.

7.700 millones

El Ejecutivo camina tranquilo porque en realidad la ronda de este jueves fue una escenificación de las conversaciones muy discretas que Hacienda y la Moncloa han llevado en las últimas semanas. En un lado de la mesa se sentaron la ministra María Jesús Montero y el hombre fuerte de Unidas Podemos en materia económica, el secretario de Estado Nacho Álvarez. Enfrente, y por separado, tuvieron a representantes de Cs, ERC, Bildu, Compromís, Teruel Existe, PDECat o Nueva Canarias. Todos, en principio, dispuestos a colaborar con Pedro Sánchez.

Los naranjas negocian ya con Hacienda y UP que los Presupuestos de 2021 recojan una ayuda directa, a fondo perdido, para salvar el empleo de autónomos y pymes con menos de 50 trabajadores, y que tendría un coste de 7.700 millones de euros. Según explicó después el diputado liberal Edmundo Bal, el Gobierno no se opuso a la iniciativa y pidió a Cs que la pusiera negro sobre blanco. Los naranjas están dispuestos a aguantar el tirón y no apartarse de las negociaciones pese a los ataques de los morados y ERC.

"Con Cs, no", repiten en la formación de Oriol Junqueras, donde se proclaman en las antípodas al programa económico y social de los naranjas. ERC no aceptará, por ejemplo, una subida del impuesto al diésel. Pero esa alza tampoco gusta al PNV, que este jueves decidió no acudir a la ronda en el Congreso porque consideraba que el Gobierno buscaba "una foto". Sus conversaciones con el Gobierno, precisaron los nacionalistas, seguirán, pero por el cauce discreto.

ERC sufre no obstante la presión de sus socios en el Govern. JxCat sí anunció una enmienda a la totalidad a los PGE como "toque de atención" al Gobierno, según dijo su portavoz en el Congreso, Laura Borràs, que aseguró que sería una "irresponsabilidad" dar un 'sí' "acrítico" a unas cuentas públicas que, en su opinión, "dan la espalda" a los catalanes, informa Miguel Ángel Rodríguez.