La Junta de Extremadura ha aseverado este lunes que "ninguna" de las empresas investigadas en el marco de la 'trama de los jamones', que ha afectado a varias comunidades autónomas, tenía productos extremeños.

De esta forma se ha pronunciado el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, en una rueda de prensa en la que ha ofrecido una serie de consejos al consumidor, acompañado por la directora general de Salud Pública, Pilar Guijarro, y la gerente del Instituto de Consumo de Extremadura, Leonor Martínez Pereda.

En su intervención, Vergeles ha señalado que en lo que afecta a Extremadura, los productos caducados fueron inmovilizados y requisados en 2017, y luego destruidos, por lo que "no pudieron llegar al mercado" y, por consiguiente, no hubo motivos para realizar una alerta de salud pública, aunque sí para ser puestas en conocimiento de la Fiscalía, ha explicado.

Ante esta situación, el consejero de Sanidad ha aconsejado a los ciudadanos "mirar bien" el etiquetado de jamones, paletas o lomos a la hora de comprar uno de estos productos, para asegurarse de que es "con garantía y de calidad".

Así, el consejero ha recordado que el jamón, la paleta o el lomo deben llevar el sello del matadero y un precinto que puede tener cuatro colores, explicando que si es negro significa que es cerdo cien por cien ibérico alimentado con bellota; si es rojo el animal no es ibérico puro pero sí ha sido alimentado con bellotas; si es verde son cerdos ibéricos criados en la dehesa pero alimentados con pienso en el campo y si es blanco son cerdos ibéricos criados en cebaderos con pienso.

"Siguiendo estas indicaciones podemos asegurarnos de que hemos adquirido un producto con garantía y de calidad", ha explicado Vergeles, quien ha garantizado que todos los animales están sometidos a "controles muy estrictos", desde el campo a la industria, incluido el sacrificio y el pesaje y los que tienen denominación de origen Dehesa de Extremadura tienen un control añadido por parte del Consejo Regulador.