Desde 2018 Juan Andrés Tovar ocupa la presidencia de la Compañía Española de Tabaco en Rama. Con una larga trayectoria de gestión a sus espaldas, siempre muy centrado en el mundo rural, dirige una compañía pública que tiene una vital importancia para el desarrollo económico de miles de familias del norte de la región.

-Los productores hablan de una ‘catástrofe social’ si el cultivo de tabaco no se incluye en el plan estratégico de la nueva PAC. ¿Comparten esa percepción de la realidad?

Nadie duda que el tabaco va a estar en la redacción de la nueva Política Agraria Comunitaria. Lo importante es que esté en una situación similar a la que se encuentra ahora, y esa es la pelea de los cultivadores, que desde Cetarsa apoyamos claramente. Cualquiera de los cultivos extremeños incluidos en la actual PAC, si ahora salieran de ella, no tendrían mucha viabilidad. Estoy convencido de que se va a incluir en la nueva PAC, pero lo importante es que sea en los términos actuales para que el cultivo tenga futuro. En ello está trabajando todo el sector con la Junta de Extremadura a la cabeza.

-¿Cuántas familias extremeñas dependen directa o indirectamente de este cultivo?

-No hay una cuantificación exacta, pues se trata de un cultivo muy extenso . Solamente Cetarsa cuenta con 400 trabajadores directos, a los que hay que sumar las subcontratas. El sector tiene 1.500 explotaciones, algunas de ellas de gran extensión, donde trabajan 7.000 familias. En todo el norte de la provincia de Cáceres pueden depender directa o indirectamente del tabaco unas 15.000 familias. Es absolutamente necesario que el cultivo se mantenga con una rentabilidad económica aceptable.

-¿Ha habido durante la pandemia algún cambio en la calidad o la producción tabaquera extremeña?

-No, la pandemia no ha representado un problema grave para el tabaco. Al ser actividad esencial hemos trabajado sin interrupción. Los únicos problemas graves han sido las tormentas, pero estos daños no han supuesto para la calidad ninguna merma, solo para la cantidad. En todo caso, los seguros se han hecho cargo de las indemnizaciones . El covid índice indirectamente en el consumo de tabaco, pues 80 millones de turistas que entraban cada año en España, una parte de ellos fumadores, que además se llevaban cajetillas de tabaco. Todos haremos un esfuerzo para aguantar los meses que nos quedan para volver a la normalidad y que la actividad se retome.

-La British American Tobacco sigue en sus trece de no comprar tabaco español a pesar de haberse incluso comprometido. ¿Por qué esta situación que afecta a miles de cultivadores y que no se corresponde con los compromisos de sostenibilidad de esa compañía?

-No lo entendemos en absoluto y ellos no tienen respuesta razonable y clara, por mucho que les preguntamos. Están comprando tabaco en otros países europeos a más precio que el tabaco español y de igual calidad. Eso no tiene sentido ninguno cuando tenían comprometido tres años de compra de tabaco español y solo han comprado uno. Pueden crear un problema grave porque la solución es que el resto de multinacionales compren más tabaco o reducir las cosechas, lo que tendría como consecuencia reducción de jornales. Nosotros seguimos llamando a las puertas de la British American Tobacco y esperamos que en los próximos meses tengamos una respuesta positiva. Ha habido cambios importantes en la cúpula de la empresa y creemos que los nuevos responsables valorarán positivamente la necesidad que tenemos desde España de que vuelvan a comprar tabaco en nuestro país. Nuestra producción de tabaco se corresponde con una pequeña parte del consumo del país. No somos ningún problema a la hora de que puedan comprar el tabaco aquí pues es mucho más el tabaco que se importa que el que se exporta. Dada esa balanza comercial podrían hacer un esfuerzo, tanto la British American Tobacco como el resto de compañías.

-¿Qué niveles de contratación de tabaco se ha alcanzado esta campaña? ¿Están los precios acordes con las demandas de los cultivadores?

-Haciendo un gran esfuerzo hemos mantenido la contratación de kilos de tabaco desde hace tres campañas. No se ha bajado ni un solo kilo y hemos mantenido los precios. Eso sí, es verdad que vamos a recibir algo menos de tabaco debido a las catástrofes climatológicas de este año.

-¿Qué papel desempeña Cetarsa en el desarrollo económico y social de las comarcas tabaqueras?

-Cetarsa es una empresa nacional con el 70 por ciento de sus acciones pertenecientes a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, y el resto es capital privado. Somos el sostén del sector, que se encuentra concentrado en el norte de la provincia de Cáceres. Sin Cetarsa el cultivo del tabaco habría desaparecido, como ha ocurrido en Francia y Portugal. Somos el garante de que muchas familias puedan vivir con dignidad en el medio rural. Sin Cetarsa miles de jóvenes tendrían que abandonar la zona.

También realizan esfuerzos por la integración laboral de distintos colectivos desfavorecidos…

Al tratarse de una empresa pública, los puestos de trabajo que salen lo hacen a concurso público y estamos trabajando con asociaciones para la formación y la posible integración en el mundo laboral. Hay colectivos que necesitan un apoyo especial y es necesario que explotaciones agrícolas y empresas echemos una mano.

-¿Cuáles son las líneas de investigación de la compañía en la actualidad?

-Estamos buscando complementar el cultivo del tabaco con otros cultivos para generar más trabajo y riqueza. Estamos haciendo pruebas con la estevia y con las avellanas. Hemos pasado a formar parte del Polo Tecnológico del Cáñamo, creado hace un par de meses. Queremos trabajar con un producto con futuro gracias a sus aplicaciones medicinales y químicas. Esperemos ampliar el número de hectáreas de cultivo de la zona y los puestos de trabajo.