Mónica Cruz es a su hermana Penélope lo que es Clickair a Iberia: usa los mismos aviones y los mismos aeropuertos pero tiene otra tarifa. "Mucha gente nos confunde", aseguró ayer en Ibiza la protagonista de Volver, durante la presentación mundial de la colección que ambas han diseñado para Mango. "Sí, pero somos dos personas diferentes", aclaró Mónica.

Un centenar de medios de comunicación internacionales aguardaron a que las hermanas Cruz hicieran su aparición en un lujoso hotel rural de Ibiza. Siempre se dice que la expectación era máxima, pero es que en este caso era tan verdad como que a Penélope, metida en una caseta de madera y cosida por flases, no le queda más remedio que mostrar su lado humano y, como cualquier mortal, sudar.

PRESENTACION ESPECIAL Su hermana también sudó, pero eso ya lo hacía cuando bailaba en la serie Un paso adelante. "Tenemos una comunicación muy especial desde niñas. Nos entendemos sin hablar", explicó la exnovia de Tom Cruise sobre el reparto de tareas. "Nos planteamos pensar cada una por nuestro lado el motivo de inspiración para la próxima colección y cuando hablamos nos dimos cuenta de que habíamos pensado lo mismo", añadió la intérprete de Raimunda en la última película de Pedro Almodóvar.

La musa de Almodóvar tiene tics de hermana mayor. Como acabar las frases de la pequeña o responder por ella. Por ejemplo: "No creo que a Mónica le interese ahora probar fortuna en Estados Unidos". A lo que su hermana pequeña añadía: "Es verdad, tengo cinco perros y cada vez que me voy de casa lo hago llorando. Como para vivir fuera".

La pequeña llama a su hermana Pe. A Pe, en cambio, no se la oyó llamarla Mo. Y eso que habría dado mucho juego. Tampoco quiso hablar de sus novios. Aunque a una reportera solo le faltó felicitarla por su buen gusto a la hora de escogerlos. "Lo siento, pero no hablo de hombres", replicó. "¿Pero te gustan?". "Hombre, pues claro", zanjó la exnovia de los actores Tom Cruise y Matthew McConaughey con el acento manchego de Raimunda que le mereció una nominación al Oscar.

Cuando las hermanas, vestidas con dos de las 25 piezas que forman la colección para la próxima temporada de Mango, empezaron a brillar, echaron mano de un abanico. Con él, Pe espantaba las preguntas molestas de los periodistas."Bardem y yo no hemos estado enfadados".