Una farsa. Una gran mentira que cobró forma de documental presentado con todos los honores en la reciente Mostra de Venecia. El papel de su vida. Joaquin Phoenix ha engañado a todo el mundo durante dos años; a los que le creyeron a pies juntillas cuando anunció que dejaba el cine para intentar convertirse en un rapero de éxito y a los que le otorgaron el beneficio de la duda pese a que no tenían claro que aquella mirada escondida tras una gafas de sol y una barba desaliñada fueran de verdad. Durante todo este tiempo, el actor rodó el documental I´m still here, a las órdenes de su cuñado, Casey Affleck, en el que sigue sus intentos por triunfar en la música. El propio Affleck descubrió el timo en una entrevista que publicó ayer The New York Times. Se supone que ahora cuenta la verdad.

¿Por qué el fraude? Affleck, que ha debutado como cineasta con esta cinta, explica que quería contar la desintegración de un famoso sin que el espectador tuviera ideas preconcebidas. El objetivo era que el público "creyera que lo que estaba ocurriendo era real".