La preocupación en torno a la salud mental del actor Joaquin Phoenix ha crecido a raíz de su absurda intervención en el late show de David Letterman, de la CBS. El actor, dos veces nominado a los Oscar, lucía una imagen desaliñada con larga melena, barbudo y con oscuras gafas de sol. Tras estar inmerso en una extraña y callada actitud, olvidándose del nombre de su compañera de reparto en su última películaTwo Lovers (Gwyneth Paltrow); pegó su chicle bajo el escritorio de Letterman.

Mientras el conductor del programa trataba de captar la atención de Phoenix y encauzar el diálogo, el intérprete, de 34 años, se mostraba confuso. Y cuando le comentó: "Han pasado tres años desde tu última visita al programa. Solo quiero reseñar que has cambiado desde entonces. Tienes una barba incipiente. ¿Es cómoda? ¿Te pica?", Phoenix, visiblemente incómodo, tropezaba con las sílabas: "¿Qué quieres decir? No tengo ningún problema con mi barba, pero ahora has hecho que me sienta raro al respecto".

El presentador de la CBS, que intentó por todos los medios relajar el ambiente con una carcajada, le espetó: "Seguro que no soy el primero que te hace sentir raro al respecto". El artista se quedó en silencio y con la mirada perdida. Letterman finalizó la entrevista con una cáustica sonrisa, diciendo: "Siento que no pudieras estar aquí esta noche Joaquin". Tras anunciar su retiro del mundo de la actuación, Phoenix ha tenido un comportamiento sorprendente. "Para los que conocemos a Joaquin, este ha sido un año terriblemente traumático, caótico. Todos queremos ayudarlo, pero él no deja que nadie se le acerque. Su extraña conducta nos preocupa a todos. Se está volviendo amenazante", decía una de sus amigas.