Como La dama y el vagabundo en el fantástico mundo de Walt Disney en el que todo es posible, Lou Reed y su pareja artística y sentimental, Laurie Anderson, parecen ahora interesados en el mundo de los canes y preparan un concierto audible, atención al dato, solo para perros. El curioso recital tendrá lugar el 5 de junio y será gratuito (claro que, tratándose de una audiencia que ladra, no es de extrañar).

La cita será concretamente en el Paseo Marítimo de Sídney, muy cerca de la Opera. Y si las previsiones se cumplen (si a los perros no les da por pelearse, por ejemplo) la duración del acto será de unos veinte minutos. ¿El título del show ?: Music for dogs . Y todo el material, basado en mezclar altas frecuencias, está compuesto por la inquieta multiinstrumentista Laurie Anderson. Por cierto, a los dueños de los caninos se les ha aconsejado que se lleven un libro o algo para entretenerse mientras sus mascotas disfrutan del evento.

OTRO EVENTO La actuación estará enmarcada dentro del festival Vivid Live de Sídney, cuya programación ha sido dirigida precisamente por Reed y Laurie Anderson, quienes aprovecharán para también presentar su otro espectáculo en activo, Metal machine music , fruto del vinilo que en 1975 editó Lou Reed y cuya música, en su día, se dijo curiosamente que era tan rara que parecía para perros.

El trabajo en cuestión resultó ser un fracaso comercial y llegó a considerarse el peor disco de la historia a causa de su sonido, tremendamente molesto. Aunque para muchos este álbum era sencillamente una estafa, Reed siempre ha declarado que no se trataba de ninguna venganza a su discográfica ni de ninguna tomadura de pelo; que era un concepto musical que venía madurando desde los últimos seis años y que no había podido desarrollar principalmente por cuestiones técnicas. Aunque cabe recordar que cuando decidió publicarlo finalmente lo grabó en apenas 24 horas, con unas cuantas guitarras desafinadas y con material técnico desactualizado.

El autor de piezas tan imborrables como Walk on the wild side camina desde hace algún tiempo por el lado más inverosímil de la vida. Pero no va solo. Le acompaña Anderson, música, poetisa, dibujante y artista experimental de performance en las que se combina música, diapositivas e irónicas reflexiones sobre la política norteamericana, la civilización occidental, el rol de los sexos y, cómo no, el lenguaje.