El día en que ocupe el trono, Carlos de Inglaterra quiere que Camila sea coronada reina consorte en la Abadía de Westminster. El príncipe de Gales ha iniciado una discreta campaña pararlo, según un documental que a finales de este mes emitirá el canal Channel 4 de la televisión británica. Carlos aspira a que la opinión pública acabe aceptando a su segunda esposa, sin escatimarle títulos ni honores.

"El programa muestra la campaña para pulir la reputación de Camila e instalarla como reina y se pregunta si ella ofrece alguna esperanza para el futuro de la monarquía británica", ha explicado una fuente de Channel 4. En el momento de aquella polémica boda hace dos años, Clarence House, la oficina del príncipe, negó que Camila fuera a ser algún día reina, sugiriendo que sería "princesa consorte".

ESCANDALO NACIONAL El desmentido, mantenido hasta ahora, pretendía apaciguar a quienes condenaban el enlace entre dos amantes, cuya relación adúltera terminó por romper sus respectivos matrimonios, con Diana y Andrew Parker-Bowles, provocando un escándalo nacional que debilitó la monarquía y acabó en tragedia. Bajo la condición de que Camila no sería nunca coronada, la reina, el primer ministro y el arzobispo de Canterbury, aprobaron la unión. Los expertos en temas constitucionales advirtieron, sin embargo que, según la actual legislación, cuando Carlos ascendiera al trono, la designación de su mujer como reina consorte sería automática.

Una fuente de palacio, consultada por el Sunday Telegraph, admitió que la forma en que finalmente sea designada la esposa del rey "dependerá del Gobierno y del primer ministro". "Pero tendremos que considerar lo que la gente siente en ese momento", añadió. Los sondeos muestran que poco a poco la hostilidad hacia Camila es menor. El día de su boda con Carlos, un 93% la rechazaba verla un día como reina. El pasado año, un 57% seguía negándole esa suprema distinción.

Camila recibió ayer el inesperado respaldo en el Festival de Cannes de Rupert Everett. El actor inglés dijo haberse inspirado en ella para preparar su papel en la comedia St. Trinians, en la que interpreta a Miss Fritton, la directora de un colegio femenino.