En un intento sin precedentes de rebajar la tensión, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, envió ayer una carta a su homólogo estadounidense, George Bush, proponiéndole "nuevas maneras" de resolver las divergencias, según anunció el portavoz gubernamental iraní, Golam Hosein Elham. No está claro, sin embargo, que el escrito ofrezca ninguna solución práctica para mitigar el enfrentamiento que existe actualmente entre Washington y Teherán en relación al programa nuclear iraní.

La carta, enviada a través de la embajada suiza en Teherán, constituye la primera comunicación anunciada públicamente entre los mandatarios de los dos países desde que EEUU e Irán rompieron las relaciones diplomáticas después de la Revolución Islámica de 1979.

DESCONOCIMIENTO La Casa Blanca, por su parte, aseguró no tener conocimiento de la misiva enviada a través de la embajada suiza. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Fred Jones, afirmó: "Irán sabe qué es lo que tiene que hacer: tiene que someterse a la voluntad del Consejo de Seguridad de la ONU y cesar todas las actividades de enriquecimiento de uranio".

Mientras tanto, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, que tiene la última palabra en los asuntos de Estado, procedió a vetar ayer la decisión adoptada por Ahmadineyad de permitir, por primera vez desde el año 1979, que las mujeres puedan entrar en los estadios de fútbol.