La Asociación de Discapacitados Auditivos de Badajoz y Provincia (Adaba) inauguró ayer su nueva aula de Atención Temprana, que ha renovado todo el mobiliario y parte del material gracias a la donación altruista de un matrimonio «muy involucrado» con la entidad. Además, «después de 25 años de trabajo», el centro por fin podrá acoger a niños derivados del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Depedencia (Sepad), gracias a una subvención concedida este año por la Junta que ha permitido su inclusión en el Marco por la Discapacidad de Extremadura (Madex).

El aula se encuentra ubicada en la sede de Adaba (calle Antonio Hernández Gil, en el barrio de Bodegones) y tiene capacidad para acoger a 15 niños de 0 a 6 años con dificultades en el lenguaje o el habla. En este caso, los menores son de Mérida y la comarca. Según explica la logopeda del centro, Rosario Poyatos, trabajan sobre todo con niños que sufren pérdida auditiva, dificultad o discapacidad auditiva o retraso del habla. No obstante, se trabajan todas las áreas. «Estamos muy contentos, tanto por este logro de la subvención del Sepad como por la donación que ha permitido renovar todo el mobiliario», explicó la responsable.

Para dar a conocer a las familias cómo han quedado las instalaciones tras la mejora, Adaba organizó ayer un acto en el aula en el que participaron las personas que han realizado la donación, padres, niños, socios, miembros de la junta directiva de Adaba y profesionales. Este aula, recuerda Poyato, se suma a otras dos que gestiona la asociación en Badajoz, donde además también disponen de una unidad de Habilitación Funcional a la que acuden niños mayores de seis años.