Faltan siete días para el Domingo de Ramos. La cuenta atrás para disfrutar de la Semana Santa emeritense, que aspira a ser declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, se reduce a buen ritmo y las cofradías ya apuran los plazos para que todo salga según lo previsto, sin que haya contratiempos, y con el objetivo claro de disfrutar acompañando a sus titulares por las calles de la ciudad. Por ello, tan solo falta que el buen tiempo se mantenga y no borre la ilusión de quienes llevan todo un año esperando.

En la cofradía de la Sagrada Cena, su hermano mayor, Pablo Burgos, destaca que este año no van a sacar a la calle ningún estreno porque la junta de gobierno lleva muy poco tiempo al frente. No obstante, la principal novedad está en su parroquia, la de San José, que luce una nueva imagen en el barrio de la Argentina tras su renovación y que se inaugurará el próximo 19 de marzo. Las obras, que han durado cuatro meses, han sido sufragadas por la propia parroquia y ha contado con la colaboración de numerosos feligreses. De hecho, esta reforma era muy necesaria porque llevaba más de 50 años sin cambios relevantes. Por su parte, Burgos espera que los emeritenses salgan a la calle para disfrutar de esta Semana de Pasión, en un Domingo de Ramos en el que la cofradía contará con más jóvenes en la procesión. "Es muy importante que haya cantera", sostiene.

En esta línea, el hermano mayor de la hermandad de las Lágrimas, José Antonio Justo, señala que este año van "muy avanzados" con los preparativos. De hecho, los pasos están montados desde que comenzaron los ensayos de los costaleros y ya están a expensas de recibir las velas y las flores para ir cerrando los últimos flecos. Asimismo, apunta que ya han terminado la limpieza de la platería de sus entandartes e insignias. Como novedad, la cofradía del barrio de San Juan lucirá oficialmente por las calles la nueva Cruz de Guía, que ya exhibió el pasado mes de octubre durante la procesión extraordinaria de la Virgen de las Lágrimas en su 25 Aniversario desde que en el año 1990 llegara a la ciudad. "La gente tiene muchas ganas de Martes Santo y esperemos que el tiempo nos deje disfrutar", afirma Justo, quien considera que la disolución de la junta gestora que desde hacía cinco años dirigía esta cofradía ha sido positiva. "Los hermanos están muy involucrados y esperamos contar con más nazarenos", apunta.