La dificultad para darse de baja en las compañías de teléfono es la principal queja de los emeritenses. Le siguen las reclamaciones por vicios ocultos en las viviendas y el aumento de los precios de los pisos de alquiler sin respetar el Indice de Precios al Consumo (IPC).

Así se recoge en el informe trimestral de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (Omic). La tendencia no ha variado con respecto al pasado año, cuando el teléfono desplazó a la vivienda en el número de reclamaciones.

Durante este tiempo, la Omic atendió 464 consultas sobre una treintena de sectores. La telefonía acaparó 82 consultas (94 el pasado año); la vivienda, 64; los alquileres, 20 y la reparación de electrodomésticos, 43.

En cuanto a las bajas telefónicas, el director de la Omic, Miguel Sáiz, recomendó que en vez de tramitarlas por teléfono, que no aporta pruebas, es mejor hacerla por correo certificado.

Otras reclamaciones en este sector son los problemas derivados del cambio de compañía y las facturas incorrectas.

En cuanto a los electrodomésticos, las principales demandas son los defectos en la garantía y el mal funcionamiento.

Por otra parte, también se realizaron 27 intermediaciones, de las que se resolvieron 7, tras llegar a un acuerdo en sectores como reparación de automóviles, electrodomésticos, calzado o seguros; y se interpusieron 19 denuncias en telefonía, muebles y electrodomésticos.