La Audiencia de Cáceres ha resuelto un recurso en el que obliga a indemnizar con 1.700 euros a una afectada por el uso de calzado tóxico en 2009, una situación que motivó en su día que el Instituto Nacional del Consumo activase la alerta que supuso la inmovilización de 4.200 pares en la región, informa Efe.

En aquel año se produjeron varios casos de lesiones en los pies provocados por calzado contaminado con sustancias tóxicas, de los que se registraron una veintena en Extremadura. Uno de ellos fue el de M.C.P.S, que cuatro años después de que estrenase las botas será indemnizada con 1.700 euros por el fabricante y la vendedora. La sentencia indica que la mujer compró unas botas de material sintético en un establecimiento de Navalmoral en diciembre de 2008 y que calzó "por primera y única vez" el 18 de enero de 2009, produciéndole una alergia en los pies que le obligó a acudir al hospital.

En concreto, le causó una "fuerte dermatitis alérgica, eccemas, ampollas y eritemas" debido a la acción de un conservante químico en bolsitas denominado dimetilfumarato, prohibido por la UE.

La primera sentencia del Juzgado Número 2 de Navalmoral del 14 de junio de 2012 condenó al proveedor y a la vendedora a una indemnización de 6.082 euros. Fue recurrida ante la Audiencia de Cáceres y ahora ésta estima parcialmente el recurso y acuerda bajar la indemnización a 1.700 euros, al entender que debe establecerse acorde al periodo de incapacidad temporal, que fue de 53 días.