NACIO EN ALCANTARA, 1945.

ESTADO CIVIL CASADO, 3 HIJOS.

PROFESION AGENTE DEL EQUIPO DE ATESTADOS DE LA POLICIA MUNICIPAL.

OTRAS OCUPACIONES DELEGADO DE PROVINCIAS DE LA HERMANDAD DE DONANTES DE SANGRE Y COFRADE DE LA SOLEDAD Y EL SANTO ENTIERRO.

Cuando José Medina --Pepe para todos-- ingresó en la policía local, aún no había semáforos en la ciudad. Corría 1969 y decidió que un puesto seguro como agente era un buen medio para poder crear una familia. Pasó de arreglar máquinas de coser a regular el tráfico de uniforme. Pero no sólo de ser agente vive José Medina, su natural activo le ha llevado a ser sindicalista, donante de sangre, miembro de una pastoral sanitaria, hermano de carga de la cofradía de la Soledad y el Santo Entierro, promotor de la asociación de mantillas de Cáceres, socio vecinal de Moctezuma... Incombustible.

--¿Le queda algo de tiempo libre con toda esa actividad?

--Si te programas, hay tiempo para ayudar a los demás, para la familia y el ocio. Haciendo cosas te sientes útil, sobre todo si tienes el apoyo de tu familia.

--¿Si tuviera que elegir entre esas ocupaciones, cuál sería?

--Con la hermandad de donantes. La labor que hacemos de captación de sangre es vital para que no falte y para salvar vidas. Todas para mí son importantes, aunque no siempre obtenga el resultado que busque.

--Muchas de esas tareas son de ayuda a los demás.

--Si vivimos en una sociedad, debemos ayudarnos unos a otros. Si hay que dar el callo, se da.

--Lleva 35 años de policía. ¿Ha cambiado mucho el Cuerpo?

--Muchísimo. Soy ahora el más antiguo de la plantilla. Antes pasábamos un frío tremendo regulando el tráfico y hoy se regula desde la central.

--¿Ilusión por ser cofrade del año?

--Me cayó un poco de sopetón. Me hizo ilusión, es un orgullo y reconocimiento a la labor por la cofradía y la Semana Santa. Cofrades e instituciones tienen que poner el hombro para mantener el auge y el fervor.