Es un círculo: Si aumentan los donantes de órganos, aumentarán los trasplantes y se reducirán las listas de espera de pacientes que esperan ser trasplantados. Para la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y la Organización Nacional de Trasplantes, los profesionales de los servicios de Urgencias son claves en este proceso porque son "la puerta de acceso para detectar a un posible donante", en palabras de Tomás Toranzo, presidente nacional de Semes.

En esto radica la importancia de la jornada que acogió ayer el parador, que ha supuesto el cierre a las segundas jornadas de Actualización en Donación de Organos y Tejidos y a la que asistieron 50 profesionales de toda la región y ponentes de ámbito regional y nacional.

El objetivo de las ponencias y talleres prácticos era, según Alvaro Valverde-Grimaldi, presidente de Semes Extremadura, es "mejorar los servicios de Urgencias porque, si los profesionales están bien informados, muchos pacientes pueden ser posibles donantes y además, bajar el porcentaje de negativas familiares aprendiendo a comunicar las malas noticias".

Todo para aumentar las cifras de donaciones que, según Amalia Soltero, coordinadora de las jornadas, bajaron en 2012 a una media de 28 donantes por millón de habitantes, mientras que en 2011 fueron de 34 donantes por millón, solo uno por debajo de la media nacional, aunque también aclaró que "el 2011 fue un año excepcional en toda España" y subrayó además que, desde el 2010, la lista de espera de pacientes que esperan un trasplante "ha descendido mucho" e insistió también en que "una de las funciones de los profesionales de Urgencias puede se esta, la de captar posibles donantes de órganos y tejidos".

Aún así, destacó que la media regional de donaciones del año pasado está por encima de la media europea, que es de 19 donaciones por millón de habitantes y de la de EEUU, de 26 donaciones por millón.

Respecto a los trasplantes más habituales, Beatriz Mahíllo, médico adjunto de la Organización Nacional de Trasplantes, explicó que los renales están a la cabeza, con 40 el año pasado, seguidos de 25 hepáticos, todos realizados en los programas que funcionan en el hospital Infanta Cristina de Badajoz.