Los miembros del Campamento Dignidad seguirán encerrados y aumentarán las medidas de protesta para "obligar a quienes gobiernan a que hagan lo que les pide el pueblo y no su partido".

Lo afirmaba ayer Manuel Rodríguez, portavoz de los acampados, que se reunieron con el alcalde. Los encerrados han reclamado a Fernando Pizarro que remunicipalice los servicios, como el de basura, agua o jardines y que el ayuntamiento reabsorba a sus trabajadores.

También, que las obras que se ejecuten con dinero público las gestione el ayuntamiento. "En ambos casos nos ha venido a decir que no. En el primero, porque dice que debe esperar a que se cumplan los contratos y en el segundo, porque se dilatarían en el tiempo y, en algún caso, se perderían los fondos".

Por todo, consideran que la reunión les ha servido "para constatar que el ayuntamiento no tiene un plan de empleo ni voluntad de cambio y no es consciente de que estamos en una situación de emergencia social".

El alcalde, en cambio, lamentó su falta de propuestas y se rodeó de casi todo su gobierno para presentar su plan de empleo. Pizarro considera que la reunión "pone de manifiesto el interés del gobierno de continuar con una mesa de trabajo que redunde en la creación de nuevos empleos". Las peticiones de crear más empleo público; una renta básica de 600 euros y paralizar los desahucios se las remitirá a la Junta. Son las mismas que apoya el PSOE provincial, que impulsará mociones de urgencia en la provincia en apoyo al Campamento Dignidad.