EL PASADO 10 de noviembre, el hijo predilecto de la ciudad Marino Barbero Santos recibía un homenaje con la instalación de una placa en el edificio donde nació en el año 1929, situado en la plaza de Ansano. Sin embargo, poco tiempo después, el ayuntamiento tuvo que retirar la placa porque así lo solicitó la familia que es la actual propietaria del edificio.

Hasta este mes, no ha vuelto la placa a la plaza de Ansano porque ha tenido que rehacerse. Al cambiar de ubicación, aunque dentro de la misma plaza, ha tenido que cambiarse la inscripción para señalar que "en el número 3 de esta plaza..." nació el fallecido juez. Se ha colocado en la esquina con la calle Santa Isabel, frente al hotel del palacio de Carvajal.