Lbos bares de copas que abran más de media hora antes de su hora; cierren más de media hora después o superen el aforo se enfrentan a partir de ahora a sanciones que pueden ir desde el cierre de los locales entre uno y seis meses a multas que oscilan entre los 300 y los 30.000 euros. Es una de las modificaciones que ha incluido la Junta en la ley que regula los espectáculos públicos y las actividades recreativas y este régimen sancionador ha causado preocupación entre los hosteleros de la noche.

Según la asociación de bares de copas, "la gente tiene miedo, hay preocupación por las sanciones porque son muy duras respecto a lo que estábamos acostumbrados y además en la ley no han incluido nada positivo para el sector".

Porque los empresarios llevan mucho tiempo pidiendo la ampliación de horarios y su equiparación a las comunidades autónomas limítrofes. Esto les permitiría poder trabajar durante más tiempo, teniendo en cuenta que la llegada a los pubs suele ser tarde. Además, consideran que, en los horarios, deberían contemplarse aspectos como el tiempo que se tarda en desalojar un local y el que invierten después los hosteleros en hacer la caja y limpiar. "Eso ahora no está contemplado. A la hora que tengamos que cerrar no puede haber ya nadie en el local".

Teniendo en cuenta que en la ciudad, "la gente solo sale los sábados", desde la asociación consideran que el endurecimiento de las sanciones "se va a cargar a muchos hosteleros". Además, creen que el mayor problema "está en la calle y más con la ley antitabaco. La gente dentro de un bar bien insonorizado no molesta".

LOS RESIDENTES En eso coincide el sector con la asociación de vecinos Intramuros, que subraya que el mayor problema es "de orden público. La gente sale con el vaso a la calle y hasta le ponen calefacciones. No puede ser que el bar esté en la calle, pero el empresario no puede vigilar que salgan con bebida, es la autoridad quien debe velar por eso".

No obstante, la asociación ve bien la regulación, aunque "de nada sirve que se legisle si no se hace cumplir la ley". Considera además que, al endurecer las penas, "habrá quien se lo piense más a la hora de saltársela porque antes había hosteleros a los que les interesaba más pagar la multa que ajustarse a la ley".