La Casa de Pizarro es uno de los lugares de visita obligada para todo aquel que se adentre en la ciudad monumental de Trujillo. Su hijo más ilustre hace que, durante este mes de agosto a diario, una media de 70 personas crucen el umbral de esta casa, convertida en museo. Así lo estima, de forma general, Montse Avís, guía turística encargada del edificio. Una de las anécdotas que menciona es el hecho de que mucha gente pregunte por la Casa de Trujillo y no por la Casa de Pizarro, "es un dato que me parece muy curioso porque denota la asociación que hacen del conquistador de Perú con su pueblo". Avís añade que todo el mundo pregunta si realmente allí vivió Francisco Pizarro.

Se trata de una casa solariega del siglo XV, a la que se accede por una portada con un escudo de los Pizarro. Esta casa convertida en museo ha sido identificada por algunos historiadores locales, aunque de forma errónea, según el cronista oficial de la ciudad, José Antonio Ramos, como la casa familiar del padre del fundador de Lima, Gonzalo Pizarro. Ramos sostiene que en dicha casa nació Francisco Pizarro.

El espacio está dividido en dos plantas, siendo la primera la recreación de una casa del siglo XV. En la planta superior hay una exposición sobre los primeros años en América, el Imperio Inca, la conquista, la vida colonial, las fundaciones y su muerte. Destaca un patio con multitud de plantas procedentes del continente americano.