La Guardia Civil ha detenido en Jerte (Cáceres) a un hombre de 48 años que estaba reclamado por la Justicia y que llevaba seis años encerrado en su domicilio sin salir en ningún momento por temor a entrar en prisión, hasta el punto de extraerse él mismo piezas dentales.

El detenido, que ha sido arrestado gracias a la colaboración ciudadana, estaba reclamado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Salamanca como supuesto autor de un delito contra el patrimonio, según ha informado hoy la Comandancia de Cáceres del instituto armado.

Los agentes tuvieron conocimiento el pasado día 15 de que en el interior de una vivienda situada en Jerte residía una persona que no salía nunca a la calle y que, al parecer, se encontraba reclamada por la Justicia

Tras verificar la identidad de esta persona y la existencia de dicha reclamación judicial, el pasado martes, día 23, los agentes iniciaron las gestiones para que el hombre saliera de su vivienda, algo que hace de forma voluntaria, y momento en que lo detuvieron.

La Guardia Civil ha verificado que el detenido llevaba en el interior de la vivienda seis años, sin salir en ningún momento, y había llegado incluso a no asistir al entierro de un familiar muy cercano y a extraerse él mismo piezas dentales.

VIVÍA CON SU PAREJA

El detenido vivía con su pareja, una mujer de esta localidad que salía y entraba de la casa, y atendía las necesidades de ambos. "A ella la veía por la calle, pero a él... hacía muchos años que no sabía de nada de este hombre", ha afirmado el alcalde de Jerte, Gabriel Iglesias, quien curiosamente vive "muy cerca" de la casa donde ha estado recluido por voluntad propia este hombre.

La noticia del arresto de este hombre, al parecer natural de la localidad de Tornavacas (Cáceres), ha sorprendido a los 1.300 residentes de Jerte, entre ellos al propio alcalde, quien creía que estaba cumpliendo cárcel.

A su juicio, la historia es "rocambolesca", pues aunque a la pareja del ahora detenido "la veía por la calle", Iglesias no sabía que existía una relación entre estas dos personas y mucho menos que él viviera en la casa de esta mujer.

Sin embargo, en el pueblo algo se sabía o se intuía, pues el arresto de este hombre, de 48 años, ha sido posible gracias a la información aportada por algún vecino, que alertó de que en el interior de una vivienda residía una persona que no salía nunca a la calle y que se encontraba reclamada por la Justicia.

Para confirmar esta información, los agentes de la Guardia Civil realizaron diversas pesquisas, entre ellas observar el movimiento de entrada y salida de la vivienda, y el encendido y apagado de luces en la casa durante la noche.