José Luis, un joven apocado empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, las circunstancias los obligan a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza de verdugo, que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho a una vivienda. José Luis acaba aceptando la propuesta de su suegro y su mujer con el convencimiento de que jamás se presentará la ocasión de ejercer tan ignominioso oficio. La posibilidad de un indulto es su única esperanza. Pero irremediablemente el patíbulo donde el reo deberá morir le espera