En muchas ocasiones, los platos más sencillos son los más deseados de nuestra gastronomíaUno de ellos, básico a más no poder, hace siempre las delicias de todo tipo de comensales. Se trata del huevo frito, manjar que gusta a grandes y a pequeños y que se prepara en apenas unos minutos. Sin embargo, para hacerlo perfecto hay que saber hacerlo bien.

De manera habitual, en España los preparamos con aceite de oliva, esa sería la forma típica. Luego hay opciones más saludables como cocerlos en una olla, envueltos en un film transparente o en un cazo de agua. Aun así, también se pueden hacer en el microondas y el resultado es muy bueno o la freidora de aire. Otra opción es hacerlos a la plancha, aunque en ocasiones la yema se cocina demasiado y no está líquida, como suele ser la del frito.

Sin embargo, no son necesarios muchos utensilios para hacer un huevo que parezca frito y sea saludable. Tan solo tienes que coger una sartén antiadherente y una tapadera de cristal.

Lo primero que debes hacer es sacar los huevos del frigorífico una media hora antes para que se atemperen y no estén muy fríos. Después, poner la sartén en el fuego y echarle medio vaso de agua.

Una vez esté el agua caliente -con burbujitas- hay que echar el huevo. Cuando empezemos a ver la clara un poco blanca, lo tapamos con la tapadera de cristal. En nada, verás cómo la clara es totalmente blanca y la yema empieza a cocinarse. Si te gusta con la yema algo más cruda, sácalo.

Son pasos muy sencillos para comer huevos saludables. Ahora, a disfrutar.