En el año 25 antes de Cristo, el emperador Octavio Augusto ordenó la fundación de Emérita Augusta como colonia romana. Su objetivo era convertir esta zona del imperio en un espacio de retiro para los soldados retirados (eméritos) de las legiones V Alaudae y X Gemina. De ahí su denominación Emérita Augusta.

Así se convierte en una de las ciudades más importantes de Hispania y en la capital de la provincia romana de Lusitania. Por ello, se le dota de los servicios de las grandes urbes romanas para proporcionar sosiego, descanso y diversión a los veteranos soldados romanos.

Con el paso de los siglos, por sus tierras pasaron los visigodos, los musulmanes hasta que las tropas cristianas de Alfonso IX de León reconquista la ciudad en 1230. Desde 1983, Mérida es la capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura.

La riqueza de este pasado se plasma en un conjunto de vestigios de gran valor histórico y monumental que han permitido a la Unesco, en 1993, declarar a la ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Estos son los imprescindibles para pasearte por la capital de la Lusitania:

Teatro Romano: Su construcción se debe a Agripa, yerno de Augusto, entre los siglos 16 y 15 antes de Cristo. Se edificó en la ladera de un cerro. Es un especio generoso en el que cabían 6.000 espectadores, que se distribuían, según el rango social, en las caveas summa, media e ima, separados por pasillos y barreras. A todas las gradas se accedía con facilidad desde escalerillas distribuidas de manera radial por las caveas. Actualmente, se sigue utilizando y durante el verano se celebra el Festival Internacional de Teatro de Mérida.

Teatro romano. EL PERIÓDICO

Templo de Diana: Es un templo de culto, de planta rectangular, que se erige en un podio de granito con molduras. La columnata cuenta con tambores de granito estucados y pintados en el pasado. En el frente sur se encuentran las seis columnas sobre las que se asienta el tímpano. De la escalinata sólo se conserva la subestructura.

Templo de Diana. EL PERIÓDICO

Acueducto de los Milagros: Formaba parte de la conducción hidráulica que traía aguas del embalse de Proserpina y de la charca de la Albuera. Se nombre se debe a la admiración que causaba la obra entre los vecinos y forasteros. Se conservan 800 metros de la construcción original, con pilas de granito y ladrillo que se levantan 27 metros por encima del terreno.

Acueducto de los milagros. EL PERIÓDICO

Anfiteatro romano: Su construcción se efectuó en el siglo 8 antes de Cristo, como se plasmas en las inscripciones de sus tribunas. Su fin era albergar espectáculos populares como los juegos de gladiadores, cacerías de fieras y fieras. Su capacidad oscilaba entre los 15.000 y 16.000 espectadores.

Anfiteatro romano. EL PERIÓDICO

Circo romano: Se trata de una de las construcciones mejor conservadas del imperio y de los más grandiosos. Son 403 metros de largo por 96 de ancho y podía albergar 30.000 espectadores. Fue construido durante la dinastía Julio-Claudia, aunque se sometió a ampliaciones y restauraciones, la última conocida data del siglo IV después de Cristo.

Circo romano. EL PERIÓDICO

Museo Nacional de Arte Romano: Obra de Rafael Moneo. En su diseño emplea el arco de medio punto conjugado con el empleo de ladrillo y hormigón, que recrea los grandes edificios de la tardorromanidad, como las termas de Diocleciano de Roma o el mausoleo de Gordiano en Tesalónica. En su interior se halla una de las mejores colecciones de escultura romana y de mosaicos de la península.

Museo de Arte Romano. EL PERIÓDICO

Puente Romano: Esta construcción se eleva sobre se río Anas (nombre del Guadiana en época romana). Se trata de un elemento estratégico para la ciudad y fundamental para el comercio. También ha sido escenario de guerra. Construido en hormigón forrado de sillares de granito. Actualmente, se compone de sesenta arcos de medio punto y mide ochocientos metros de largo y doce metros de alto en los puntos más elevados.

Puente romano. EL PERIÓDICO

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Basílica de Santa Eulalia y Hornito: Se considera el primer templo cristiano de Hispania, que se erigió después de la paz del emperador Constantino. En el acceso al atrio, se encuentra el Hornito, un oratorio dedicado a Santa Eulalia. Su pórtico está realizado con piezas de mármol extraídas a principios del siglo XVII de un lugar indeterminado de la ciudad. Todas ellas pertenecieron al Templo que la colonia Romana dedicó al Dios Marte.

Basílica de Santa Eulalia. EL PERIÓDICO