El Periódico Extremadura

El Periódico Extremadura

Daniel Salgado

Es decir

Daniel Salgado

La ministra quiere guerra, pero...

La ministra Ione Belarra desaprueba que el Gobierno envíe más armas a Ucrania y la ministra Margarita Robles, por alusiones, le responde: «Ojalá convenza a Putin de que pare esta masacre». 

¿Por alusiones? Margarita Robles no es solo ministra de Defensa sino ministra del presidente Sánchez, que es quien ha prometido más armas.

"Margarita Robles no es solo la ministra de Defensa sino ministra del presidente Pedro Sánchez

decoration

Sí, sería un capítulo más de las diferencias en el Gobierno de coalición, pero el asunto aburre y, además, el presidente Sánchez ya ha aclarado que no habrá más coalición con Podemos, sino que España tendrá que decidir: o PSOE más Yolanda Díaz o PP más Santiago Abascal. Como hizo Francia el domingo, más o menos.

La ministra Belarra desaprueba el envío de armas no porque sea una decisión del Gobierno, se supone (ella es Gobierno, al cabo), sino porque está en contra de la guerra, más allá de que sea ministra o secretaria de Podemos. Y, a su juicio, suministrar armas a Ucrania es dar pábulo a esa guerra. «Sin armas no habría guerras», concluiría.

De hecho, testimonio de su pacifismo es el manifiesto que firmó el mismo día en que el presidente del Gobierno visitaba a Zelenski y le prometía. Es un manifiesto por la paz en Ucrania, aunque sorprenda que uno de los firmantes sea Otegi (¿un manifiesto por la paz, Otegi?) y que no se mencione a Putin (es verdad que ni siquiera bien).

Solo que un manifiesto por la paz es siempre un manifiesto contra la guerra, y viceversa. ¿Y quién no firmaría contra la guerra? No solo la de Ucrania. También la de Siria, Afganistán, Yemen o República Democrática del Congo, por citar cuatro (tampoco se trata de hacer acopio). O sea, contra la guerra en general. 

Pero firmar contra la guerra es como firmar contra el glioblastoma: es inútil. Y aunque la ministra debería saberlo («Las palabras entonces no sirven: son palabras», Alberti), también sabe que es preferible una guerra entre Rusia y Ucrania (¡No a la guerra!) antes que aceptar que Rusia ha invadido Ucrania. Hay que distinguirse.

Y no hay problema en convertir en guerra lo que no lo es, para hacer así política antibelicista. No hay problema si después, claro, no se acusa de instigarla a quienes abastecen a Ucrania para que se defienda, como sugiere. Ay, qué mal se ve el crimen político cuando se tienen a la vista los crímenes de guerra

Compartir el artículo

stats