La educación de vuestros hijos

Un examen de la EVAU

Un examen de la EVAU

Cartas de los lectores

Cartas de los lectores

Con el inicio de segundo de bachillerato, la palabra EVAU se convirtió en la verbalización de un ser temible que nos robaría el futuro con el menor de los errores. Para combatir al hombre del saco, se nos recetó el medicamento del esfuerzo y la constancia, pero como cualquier ser maligno se extendió como la enfermedad más agresiva, evolucionando y cambiando nuestro panorama educativo.

Un día, se nos informó de la posibilidad de un cambio de contenidos del temible examen ya que, al parecer, con cada nuevo gobierno debe crearse una nueva ley educativa, pues la anterior no era suficientemente «buena». Pero oye, como todavía no había cambiado el gobierno,seguimos dando el temario pactado en la antigua ley.

Pasaron los meses, en ellos semanas y en estos días de…, bueno no voy a descubrir América a los estudiantes: días de máximo estrés; exámenes, tan presentes como el agua, que hacía un bello contraste con la sequía que sufría nuestra vida social que se hallaba, perdida, en una esquina debajo de un montón de apuntes.

La palabra EVAU se convirtió en la verbalización de un ser temible que nos robaría el futuro con el menor de los errores. Para combatir al hombre del saco, se nos recetó el medicamento del esfuerzo y la constancia, pero como cualquier ser maligno se extendió como la enfermedad más agresiva, evolucionando y cambiando nuestro panorama educativo

Pero aún con todo esto, un día llegó la noticia,como si fuesen los 10 mandamientos, se nos presentó lo que unos señores habían decidido que era importante este año, porque sí amigos, estos señores que están al mando de la educación de sus hijos, se parecen más a los médicos de la peste negra que a especialistas de educación,sabiendo que lo que han hecho es semejante a ponerle una tirita a un paciente en la UCI, ya que cambiarán la ley para el año (2024-2025), siguen hacia delante y con ello tirando tres meses de aprendizajepor su decisión.

Con esto planteado,entiendo que el ‘sistema’ educativo (si se le puede llamar sistema) necesita ser reformado y me remito a las pruebas del informe Pisa en el cual solo logramos descender, pero ¿es esto suficiente para hacer que tres meses de estudios no tengan utilidad? ¿No sería más prudente perfeccionar y promulgar la ley en el año escolar de 2024-2025 en vez del de 2023-2024 a matacaballo?

Lucas Toledano