Opinión

Recordando el 11-M

Concentración por los 20 años de los atentados del 11-M.

Concentración por los 20 años de los atentados del 11-M.

El 11M estará siempre en el recuerdo y en la memoria colectiva de este país por muchos años que pasen. Suele asociarse a una canción, a una fragancia o a una fecha estacional, un recuerdo inolvidable. A mí, el recuerdo imborrable de lo que sucedió aquel infausto 11-M de 2004, me lo hace presente cada vez que oigo con insistencia las sirenas de bomberos, ambulancias y unidades móviles del Samur. Fue un sonido persistente que no dejó de sonar en aquella mañana de terror, tragedia y dolor por los atentados terroristas en la estación central de Atocha y Cercanías. Las gentes, de toda condición social, iban camino de su quehacer diario. Algunos, dormitando en sus asientos. Otros, leían; otros, escuchaban música. Todos iban ensimismados en sus cosas. Los trenes, que habían ido recogiendo pasajeros en sus paradas intermedias, iban a tope. Todo parecía normal. Nada distinto a otro cualquier dia laborable. En las mentes de unos y de otros flotaba la abstracción del momento. Meditaban para sí sus inquietudes esperanzadoras. Todos, entre las herméticas paredes acristaladas de un vagón de Cercanías, eran ajenos a un atentado que les iba a marcar de por vida. Los protagonistas, anónimos protagonistas, estaban presos por el tiempo que marca los eternos minutos de las prisas. Hasta las mochilas asesinas pasaron desapercibidas en un vagón repleto de viajeros con billete de ida y vuelta. Todo normal, hasta que a las 07’37h., sonó el primer zarpazo de terror y muerte en el intercambiador de Atocha. A las 07’39h., otro tren explosionaba a la altura de la calle Tellez. A las 07’40h., en el apeadero del Pozo y, a las 07’42h, en Santa Eugenia. Cinco minutos. Sólo cinco minutos de terror, miedo y muerte en los que 192 ciudadanos perdieron la vida y casi 2.000 heridos de gravedad reseñaron la fatídica fecha del 11-M de 2004.

Veinte años después del brutal atentado que conmovió a todo el país, las muertes y las heridas siguen latentes en los corazones de sus seres queridos . Sólo ellos saben de ausencias. Sólo ellos saben de dolor y sufrimiento. Sólo ellos siguen preguntándose ¿por qué?

Veinte años después del brutal atentado que conmovió a todo el país, las muertes y las heridas siguen latentes en los corazones de sus seres queridos . Sólo ellos saben de ausencias. Sólo ellos saben de dolor y sufrimiento. Sólo ellos siguen preguntándose ¿por qué?

Francisco Martínez Bulnes

Ibahernando