«Mañana (este sábado), voy a coger el tren de Sevilla a Plasencia. Voy a salir de la estación de Santa Justa a las doce. En Mérida, nos montan en un autobús a Cáceres, de Cáceres vamos en tren a Monfragüe y, de Monfragüe a Plasencia, otra vez en autobús, eso es lo que me espera. Con un poco de suerte, llevaremos aire acondicionado, pero nada de máquinas expendedoras de agua y, si no hay aire, nos asfixiamos».

Así ha denunciado el placentino Diego Neria «la realidad del tren extremeño», que compara con la inauguración del tren rápido por parte del rey el día 18. «La realidad está lejos del pedazo de tren que le van a poner a su majestad, con azafatas, agua y aire. Eso es una patraña y una mentira».

Considera que la situación actual del servicio de tren en la región, con trenes en los que recientemente ha fallado el aire acondicionado y transbordos en autobús, «es absolutamente demencial, de vergüenza. No tenemos ni vamos a tener jamás la atención de los políticos», afirma.