UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN CON EL APOYO DE SU PAREJA

Lucía, músculos de oro en Plasencia

Lucía Merino comenzó a hacer deporte hace 7 años para superar la muerte de su bebé neonato y acaba de subir a lo más alto del podio, dos veces, en el campeonato de España de fisioculturismo, en la disciplina Wellness

Su pareja es también su entrenador personal, su apoyo y testigo de un éxito que han celebrado sus más de 62.000 seguidores en Instagram y el propio alcalde

Lucía, con sus medallas de oro, en el gimnasio de la ciudad deportiva de Plasencia.

Lucía, con sus medallas de oro, en el gimnasio de la ciudad deportiva de Plasencia. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

En los últimos siete años, la vida de Lucía Merino, vecina de Plasencia, ha dado un vuelco. Del "horror" más absoluto por la pérdida de un bebé ha pasado a la felicidad máxima por convertirse en la campeona de España en dos categorías de fisioculturismo en las que ha competido por primera vez. Tiene claro cuál es su principal virtud, "la disciplina" y su mayor apoyo, su pareja desde que tenía 14 años, Juan José Calzado.

A sus 37 años, Lucía explica con entereza que, cuando estaba embarazada de siete meses, perdió al hijo que esperaban. "Fue horrible, te puedes imaginar", recuerda, pero aun en esos momentos, se planteó una disyuntiva, "o caía en una depresión o practicaba deporte para acabar con la ansiedad, fue una cuestión de salud mental".

Eligió lo segundo y, junto a su pareja, empezó por salir a correr. Le gustó y después, Juanjo la animó a entrenar con pesas. Empezaron en el gimnasio de la ciudad deportiva de Plasencia y, poco a poco, han ido habilitando un gimnasio en su casa.

Lucía y su pareja, en el gimnasio de la ciudad deportiva de Plasencia.

Lucía y su pareja, en el gimnasio de la ciudad deportiva de Plasencia. / TONI GUDIEL

En un principio, Lucía trabajaba como encargada en una tienda y era "complicado" compaginar un turno partido con los entrenamientos. Pero su puso en práctica su disciplina. "A las seis de la mañana se levantaba para hacer cardio", apunta su pareja, y también se llevaba "el táper a la tienda para comer allí" y, después, continuar entrenando en casa.

La pandemia cambió su ritmo de vida y terminó dejando el trabajo para formarse como técnico superior en preparación de fisioculturismo y fitness, técnico superior en nutrición y especialista en salud hormonal femenina. Ahora, sigue entrenando y, además, es preparadora física, entrenadora personal y coach, tanto a nivel presencial como on-line. Ambos tienen clientes desde los 18 a los 67 años, entre ellos, "chicas que quieren dar un cambio a su vida, verse mejor, otras que tienen trastornos alimenticios..."

Primer año de la placentina en competición

Pero además, de cara a este año, decidieron dar el salto a la competición, con una entrenadora virtual de Alicante y con su pareja como entrenador personal. De todas las categorías, eligieron la más adecuada a su físico, la Wellness, en la que se premia, la cintura estrecha y todo el tren inferior.

Ha sido duro y ha supuesto mucho esfuerzo, sobre todo en la última semana, la "más dura" porque "se pasa hambre" para lograr una buena definición. Pero todo está medido, desde el entrenamiento hasta el tipo de alimentación. Además, ya en Alicante para el campeonato, decidieron aislarse para evitar distracciones y concentrarse, a pesar de que el escenario era "impresionante y estaba todo lleno de pantallas".

"La motivación es efímera y, cuando no está, te queda la disciplina"

Lucía Merino

— Ganadora de dos oros nacionales en fisioculturismo

Lucía compitió en dos categorías, en un caso por la mañana y en otro por la tarde, y en ambas consiguió la medalla de oro. "No te lo esperas. Vas para intentar quedar bien, pero fue alucinante", recuerda. Se retransmitió en directo por las redes sociales y el apoyo "brutal" que le ha dado su familia, amigos y seguidores en Instagram, más de 62.000, la llevó a realizar un vídeo de agradecimiento.

También les llamó el alcalde, que se reunió con ellos, junto a la edil Belinda Martín. "Fernando Pizarro nos sorprendió, estuvimos muy a gusto", señala Juanjo.

Lucía y su pareja, con el alcalde de Plasencia y la edil Belinda Martín.

Lucía y su pareja, con el alcalde de Plasencia y la edil Belinda Martín. / EL PERIÓDICO

Ahora, con el orgullo de lo conseguido aun coleando, se plantea subir un peldaño más de cara al año que viene, un campeonato europeo. El objetivo final es lograr la llamada tarjeta pro, que le permitiría estar al nivel de la élite mundial y subirse al escenario más icónico para un fisioculturista, el Olympia de Las Vegas.

Aunque sabe que es difícil, no se arredra: "Hay que intentarlo". La única española que lo ha conseguido ha tardado dos años. A Lucía no le va a faltar el apoyo de su pareja, que la carga de motivación cuando flaquea. "La motivación es efímera y, cuando no está, te queda la disciplina", subraya.

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