La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja reducir el consumo diario de azúcares libres a menos de un 10% en adultos y en niños. Si dicha reducción estuviera por debajo del 5% de la ingesta de calorías totales tendría aún más beneficios en la salud. 

Por ello, se recomienda que se modere su consumo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) determina que existen tres grupos diferentes de endulzantes: los azúcares naturales, los polialcoholes y los edulcorantes intensivos.

Hay un edulcorante que pertenece al grupo de los polialcoholes y se tolera mejor que otros. Es de origen natural y se encuentra presente en frutas y vegetales, así como en algunos productos fermentados como la cerveza. Se trata del eritritol, la alternativa del azúcar, ya que posee hasta un 70% de su dulzor.

La principal característica de este producto tan popular es su escaso valor calórico: su aporte de calorías es inferior a 0,2 kcal. Esto lo ha convertido en una de las opciones preferidas por deportistas y personas que buscan perder peso sin renunciar endulzar los alimentos. Tampoco daña el esmalte dental y mucho menos modifica los niveles de glucosa en sangre, por lo que es apto para diabéticos.

De todas formas, no se puede abusar de su consumo, porque puede producir molestias intestinales en algunas personas e incluso tener efecto laxante (en casos muy excesivos).