Cinco proyectos revolucionarios que podrían mejorar el futuro de todos

Fundación Repsol ha reunido a cerca de un centenar de estudiantes en la Gran Final de su Challenge Universitario, que impulsa la búsqueda de soluciones para la transición energética

Los cinco equipos ganadores del Challenge Universitario organizado por Fundación Repsol.

Los cinco equipos ganadores del Challenge Universitario organizado por Fundación Repsol.

El Challenge Universitario es una competición nacional, impulsada por la Fundación Repsol y dirigida a estudiantes de Grado, Máster y Doctorado de distintas disciplinas académicas, que quiere encontrar soluciones innovadoras para responder a cinco de los mayores retos relacionados con la transición energética: ciudades descarbonizadas, movilidad sostenible, economía circular, industria descarbonizada y transición energética y sociedad. 

La Gran Final de este Challenge Universitario, celebrada en Madrid el pasado 9 de marzo, reunió a 93 estudiantes organizados en 25 equipos, que procedían de 29 universidades públicas y privadas de 12 Comunidades Autónomas diferentes. Y cada equipo presentó su proyecto y preparó su defensa ante el jurado de profesionales y expertos de Repsol.

“Talento y rigor científico”

Tras la pertinente deliberación, el jurado seleccionó la propuesta ganadora para cada uno de los cinco retos. Y los cinco equipos premiados recibirán 12.000 euros cada uno y la posibilidad de incorporarse a los distintos programas de talento que ofrece el gigante energético español.

En la apertura de la gala, Antonio Brufau, presidente de Repsol, destacó la necesidad de “incorporar todo el talento disponible al reto de la transición energética”, y también la importancia de entender, con “rigor científico”, qué tecnologías y soluciones se pueden aplicar, y a qué coste, teniendo en cuenta que “debemos proteger nuestra economía, la industria y el empleo”.

Vista general de los asistentes al acto de entrega de premios.

Vista general de los asistentes al acto de entrega de premios. / .

El perfil de los candidatos

El 74% de los participantes fueron estudiantes universitarios de Grado Superior, mientras que un 24% estaban realizando un Máster y, el 2% restante, un Doctorado. En cuanto a las disciplinas universitarias, había un equilibrio entre los perfiles técnicos (49%), ligados a ingeniería, principalmente, y los no técnicos (51%), relacionados mayoritariamente con ADE, Economía, Derecho, Marketing y Comunicación, y Relaciones Internacionales.

En la Gran Final han participado 93 estudiantes organizados en 25 equipos, procedentes de 29 universidades públicas y privadas de 12 Comunidades Autónomas: un 31% procedían de universidades madrileñas, un 13% de centros de Aragón, un 10% de las de la Comunidad Valenciana, un 9% de Galicia, Cataluña, y País Vasco, respectivamente, y un 8% de las de Castilla-La Mancha.

Los ganadores

Ciudades descarbonizadas

El equipo ganador ha sido EcoFuturo, formado por Vianny Castellanos Trujillo, Noelia Cruz Araya y Gabriela Cevallos, estudiantes de la Universidad de Alicante, con el proyecto “Jardineras urbanas alimentadas por una miniplanta de tratamiento de residuos”.

El proyecto visualiza una miniplanta que procesa residuos orgánicos y permite conseguir compost para fertilizar y rellenar las jardineras, y también gas metano, que puede utilizarse directamente o convertir en agua para riego por goteo, por ejemplo, creando así un microespacio sostenible y autosuficiente.

Al evento acudieron los 93 estudiantes finalistas, repartidos en 25 equipos.

Al evento acudieron los 93 estudiantes finalistas, repartidos en 25 equipos. / .

Movilidad sostenible

El equipo que ha recibido el premio ha sido Wave Energy, integrado por Mar Fontané Cugat, Dídac Badía Porras, Pau Costa Ribalta, Ainoa Vigo Malvido y Júlia Tallada Serret, estudiantes de la Universidad Rovira i Virgili, con el proyecto “Energía undimotriz para la descarbonización del transporte marítimo”.

Su visión persigue la descarbonización del transporte marítimo mediante la captación de energía undimotriz, y conseguir así que las embarcaciones puedan usar la electricidad generada, gracias a boyas laterales que capten la energía de las olas. Asimismo, se considera la creación de puntos de recarga en diferentes puertos para cerrar el círculo virtuoso de su idea.

Economía circular

El equipo triunfador ha sido EcoIngenieros, formado por David Redondo Martín, Inés Muruzábal Pino y Ana del Casar Bruzón, estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid, con el proyecto “Reciclaje de parques eólicos”.

El modelo de negocio propuesto se centra en el establecimiento de un sistema integral de reciclaje para los aerogeneradores, ofreciendo un enfoque completo que abarca desde el desmontaje y la recolección hasta el procesamiento avanzado de los materiales, con especial atención a las palas, resinas, metales y otros componentes clave.

Industria más limpia

La cuadrilla ganadora ha sido Carbon Fighters, compuesta por Cristian Barón Vidán, Javier Sáez de Guinoa Sentre, Jorge Legaz Ruiz, Alexander García Mariacaz e Inés Senante Llombart, estudiantes de la Universidad de Zaragoza, con el proyecto “Descarbonización de la industria siderúrgica mediante biomasa y power-to-gas”.

El objetivo es reducir las emisiones de CO2 asociadas a los altos hornos siderúrgicos, y el potencial de ahorro puede alcanzar el 60%. La innovación consiste en producir un gas con menor huella ambiental para alimentar los hornos, y este gas, además, puede generarse a partir de biomasa y también con electricidad, vía electrolisis del agua, ofreciendo así además la opción de elegir la alternativa que sea más sostenible en cada momento.  

Transición energética y sociedad

El equipo que ha recibido el premio ha sido Los Amigos, integrado por Adrián Almoyna Piquer, Gerardo Artal Pardinilla, Daniel Baya Madrid y Gerardo Cambra, estudiantes de la Universidad de Zaragoza, con el proyecto “Marloquinas: marquesinas inteligentes en la España rural”.

Proponen implementar en los pueblos de la España rural unas marquesinas de autobús que contengan todas las funciones que ofrece una estación (venta de billetes, información del viaje, tiempo estimado de llegada…) y se alimenten de placas solares. Además, estas marquesinas incluirían unas taquillas en las que los residentes podrían recibir o enviar sus paquetes, que serían transportados a su vez por los autobuses interurbanos.