Apenas unas horas antes de que los sindicatos CSIF y UGT protagonizasen la imagen de la jornada, en forma de protesta de la Policía Local a la entrada del Ayuntamiento de Cáceres (en la Plaza de las Piñuelas) para reclamar mejoras en los turnos de trabajo de la plantilla y solicitar más efectivos, el equipo de Gobierno de Luis Salaya se desmarcaba con una propuesta que puede significar un principio de acuerdo para poner fin a un conflicto laboral que se arrastra desde hace tiempo