Peligroso, lento, incómodo e incongruente son algunos de los adjetivos que utilizan los ciclistas cacereños para definir los nuevos carriles bici creados en las rotondas de la ciudad. Los aficionados a este deporte exigen su retirada sobre todo porque su existencia aumenta el peligro de atropellos.

Se han instalado en cinco rotondas: V Centenario, Ceres Golf, Donantes de Sangre, ferial y El Cuartillo. Se trata de una actuación que lleva a cabo el Ministerio de Fomento en el tramo urbano de la N-630, pero sus usuarios la rechazan. Se han colocado en el carril de la derecha, tienen el mismo color que la calzada pero se encuentran separados por un espacio pintado en rojo que alerta de la existencia del carril bici.

"El problema es que al estar situado en el carril de la derecha los coches que se incorporan a las rotondas no tienen la suficiente visibilidad como para darse cuenta de que viene un ciclista, hay que tener en cuenta que los vehículos circulan a más velocidad que nosotros", explica José Pedro Vecino, aficionado a este deporte que practica todas las semanas.

CEDA EL PASO Las señales de ceda el paso son otro punto en discordia. Según está construido el carril bici los ciclistas deben ceder el paso a los vehículos en todas las entradas y salidas a las glorietas, por lo que en una misma rotonda se ven obligados a detener la marcha en más de cinco ocasiones. "No solo tenemos que parar cuando el coche esté a punto de entrar en la rotonda sino cuando veamos que viene en dirección a ella porque si no paramos nos atropellará por la velocidad a la que circulan, el problema es que no tenemos visibilidad como para comprobar que vengan coches", añade Vecino.

Para José Luis Mateos, también ciclista cacereño, las señales de ceda el paso (dibujadas en el suelo) suponen un paso atrás en lo conseguido hasta ahora y van en contra de la normativa vigente, en la que prevalece siempre la preferencia sobre el ciclista. Mateos cree además que se debería aclarar cómo se debe circular en estas zonas: "Si veo un coche que va por el carril del medio y quiere salir de la rotonda, no debería cederle el paso porque para salir de la rotonda tiene que ir por el de la derecha, por no hablar de los que no ponen los intermitentes. Creo que el riesgo que corremos utilizando estos carriles es muy grande", indica.

Lo dice con conocimiento de causa, porque ya fue atropellado en una ocasión en una glorieta (la que accede a la urbanización R-66 por Ruta de la Plata) precisamente porque el conductor no le vio. Tuvo lesiones en las extremidades, un problema grave en un dedo y su bicicleta quedó destrozada.

Los ciclistas se quejan también de la señalización horizontal. Creen que se han pintado al revés que el resto de los carriles bici de la ciudad. Estos son rojos y los de las glorietas, negros (el rojo solo es una separación entre el carril bici y la rotonda). "Esto induce a error, creo que se han hecho para las motos porque desde que los han puesto hemos visto pasar por ellos a más de una", asegura Mateos.

OBLIGATORIEDAD Por último, los ciclistas consideran que el hecho de tener que circular obligatoriamente por el carril disminuye el espacio de reacción, lo que aumenta también el riesgo de atropellos. Es decir, sin estos viales, un ciclista que circula por un carril de la rotonda es igual que un vehículo, por lo que puede cambiarse de carril si observa que un coche va a hacer una maniobra que entorpezca su marcha. Con la existencia del carril bici el ciclista no puede salirse de ese tramo. "El problema viene con las aseguradoras, si tengo un accidente y no circulaba por el carril bici el seguro no cubrirá los daños. Han puesto estos carriles sin pensar en las consecuencias", señala a este diario José Pedro Vecino.

Todas estas quejas han llevado al colectivo de ciclistas cacereño ha plantearse realizar una manifestación para exigir su retirada. La concentración se realizará en una de las glorietas y consistirá, posiblemente, en un gran grupo de ciclistas que darán vueltas sin parar para entorpecer la circulación. Aún no han fijado fecha.