Un estudio del Centro de Información Cerveza y Salud concluye que el consumo moderado (3 cañas al día para hombres y 2 para mujeres como máximo) no afecta al peso ni a la composición corporal, y por tanto desmiente el mito de la ‘barriga cervecera’. Además, la Fundación Española de la Nutrición recuerda que existen evidencias científicas sobre los posibles efectos beneficiosos del consumo de bebidas fermentadas (cerveza, vino, sidra y cava) en la salud cardiovascular, por su contenido en antioxidantes naturales. Todo ello solo cuando el consumo es responsable, por parte de adultos sanos y en el marco de una alimentación equilibrada.